Cuantas veces nos hemos preguntado, que es el tiempo? diríamos inconscientemente un minuto, una hora, una semana; pero todas estas medidas de donde provienen? Sabemos si en verdad nos conectan
con la importancia de su naturaleza ?..
Para
comprender y tomar verdadera noción de lo que es el tiempo debemos comenzar observando que todos los procesos que ocurren en la naturaleza y en nuestro ser
poseen una relación muy profunda entre sí, y esta relación ocurre en efecto, a la
acción del tiempo.
Todos
los seres tienen la particularidad de hallarse siempre conviviendo bajo un
mismo espacio en común, ya sea por ejemplo en la oficina del trabajo, en la
misma ciudad, dentro de un país, en el propio planeta y porque no viendo un
poco más allá en una misma Galaxia.
Además
de compartir el espacio, a su vez, cada ser se encuentra realizando en el mismo sus
propias acciones... Por ejemplo en nuestro planeta, las plantas produciendo
alimento y generando oxigeno, los insectos polinizando las flores, y nosotros en nuestros trabajos o realizando alguna
actividad que nos guste.
Todo esto se da bajo una armonía tal, que nos permite sin
estar comunicados aparentemente, actuar de cierta forma sincrónica manteniendo
con vida la creación.
¿Que es los que nos impulsa aparentemente a
mantenernos bajo esta armonía?
En
este plano quienes nos mantienen sincronizados bajo esta armonía, principalmente, son los movimientos cíclicos de los astros. Aquí en primera instancia, para ir relacionándonos, los
movimientos de mayor incidencia son: la rotación de la Tierra sobre su propio
eje marcando el día y la noche, y su traslación alrededor del sol que produce la variación de la incidencia de la radiación solar estableciendo
las estaciones del año: invierno, primavera, verano y otoño...
Cada
día al amanecer dentro de nuestro ser las células comienzan a reactivarse para
empezar con nuestras actividades, la Luna y el Sol incidiendo sobre las mares y océanos reaviva el ciclo del agua, las plantas se despiertan a un nuevo proceso de fotosíntesis y los pájaros comienzan a cantar...otro dia comienza y cada ser vivo se revitaliza con la regencia de los astros...
Entonces ahora empezamos a ver que el tiempo no es aquello
que marca el reloj, eso es solo la medición de una función del mismo...
“El tiempo en esencia, es quien regula el ciclo vital de lo que existe y por consiguiente funciona como un factor de sincronización universal”
A raiz de este proposito, se encuentra debidamente correlacionado con dos funciones muy claras; la cíclica que establece un movimiento vital, marcando una trayectoria o sentido y la espacial que lo contiene.
“El tiempo en esencia, es quien regula el ciclo vital de lo que existe y por consiguiente funciona como un factor de sincronización universal”
A raiz de este proposito, se encuentra debidamente correlacionado con dos funciones muy claras; la cíclica que establece un movimiento vital, marcando una trayectoria o sentido y la espacial que lo contiene.
Al
tomar noción que el tiempo está comprendido por estas funciones, podemos
comenzar con su análisis….
Analizando
el concepto físico del tiempo
Al hablar físicamente del tiempo estamos
relacionando la interacción que ocurre entre el espacio y la velocidad en que
se recorre el mismo.
El espacio es el medio donde nos encontramos y
la velocidad es una derivada del movimiento que realizamos en el espacio desde un
punto cero de partida a otro punto de llegada o retorno al mismo.
Matemáticamente hablando el tiempo, (T) es la función del producto entre el espacio (E) y la velocidad en que se lo
recorre (V).
T = E x V
Esta expresión nos muestra solamente
la parte sincro-lógica del mismo, que es correcta en sí, pero la noción actual colectiva
que tenemos del espacio por ejemplo y la forma en que nos desplazamos difiere de
su verdadera naturaleza, por tal motivo nuestra humana percepción lineal no
está acorde al verdadero tiempo cósmico…
El Tiempo en su esencia como todo en
la creación está relacionado con las ondas vibratorias y sus componentes…
...“Cuando la vibracion fundamental de la
creación se propago desde la fuente, las ondas se desplazaron en todas las direcciones e interfiriendo constructivamente entre sí, constituyeron los límites que dieron una forma al Universo y a lo
que denominamos el espacio” Ver las entradas: "La Forma del Universo" y "Breve Historia de la Creación"...
Este espacio no se encuentra estático como pareciese, ya que el movimiento de las ondas se sostiene, otorgándole al mismo una dinamica de revolución, que acompaña el desplazamiento de todo lo que contiene.
Todos los movimientos que se dan lugar dentro del Cosmos mantienen la dinámica de onda y revolución, es decir todos los cuerpos se desplazan como ondas vibratorias y a su vez giran en torno a un punto o centro de rotación, emanación o equilibrio, ya sean Soles o por ejemplo el núcleo de los átomos.
Por tal motivo al medir el tiempo
necesitamos establecer un punto de rotación o centro de emanación, por eso en
el caso de nuestro planeta la referencia que utilizaremos principalmente es el
Sol (tiempo solar), pero en otras ocasiones también tomamos la referencia a
través de una estrella (tiempo sidéreo).
Podemos ver que desde nuestra
posición nos movemos a una determinada velocidad dentro del espacio del planeta
Tierra, marcando asi nuestro propio tiempo. A su vez el planeta que posee varios
movimientos, se desplaza en forma circular alrededor del sol estableciendo el
tiempo terrestre.
Todo esto nos da la certeza que la
totalidad mantiene semejanza en su comportamiento, así es que al partir de una
misma fuente todos los movimientos son submúltiplos o armónicos de una
vibración fundamental que sostiene todo en sincronía, arrojándonos esto una
cualidad mas del tiempo su “Fractalidad”.
La dinámica
de onda y revolución
Esta dinámica es la base principal de
la naturaleza del movimiento en el Cosmos. Por consiguiente todo desplazamiento
que se realice en el espacio va a estar afectado ya sea por la geometría de
revolución del espacio o bien por la dinámica ondulatoria de la energía y la
materia.
La interacción de un desplazamiento
en forma de onda en una superficie de revolución, o bien un desplazamiento
circular o de revolución sobre una superficie ondulada, nos va a describir un
nuevo patrón de movimiento en forma de “espiral”.
Este patrón es el que describen todos los cuerpos al desplazarse en el espacio. Una trayectoria en espiral nos indica que los ciclos del tiempo para un determinado cuerpo no se mantienen constantes en un mismo lugar del espacio.
Este patrón es el que describen todos los cuerpos al desplazarse en el espacio. Una trayectoria en espiral nos indica que los ciclos del tiempo para un determinado cuerpo no se mantienen constantes en un mismo lugar del espacio.
Por ejemplo el planeta Tierra mientras que gira alrededor del Sol, tambien se encuentra desplazándo en conjunto con todo el sistema solar a través de un brazo de nuestra Galaxia, por consiguiente los campos de energía cósmica que va ir atravesando serán diferentes a medida que pase el tiempo.
De esto ultimo podemos sacar una conclusión muy importante: "la evolución de un cuerpo o sistema se da por la trayectoria en espiral que realiza en el tiempo"
Nota: en la imagen se puede observar la espiral evolutiva geológica
Ahora que hemos involucrado nuevos
conceptos a la idea clásica del tiempo, podemos comenzar a reconectarnos nuevamente
con la maravillosa armonía del tiempo cósmico y disfrutar de la danza divina de
los astros¡¡
Reconectándonos en consciencia con la sincronía del Tiempo Cósmico
Al tomar más consciencia de la esencia
del tiempo cósmico veremos cómo el mismo marca los patrones básicos evolutivos
de todos los cuerpos o entidades que componen la creación.
El tiempo afecta la forma de
proceder, por consiguiente de pensar, sentir y saber, marcando una traza de
comportamiento llamada “Impronta
Astrológica”...
Esta impronta la podemos observar en
pequeños periodos de tiempo como un día. Al iniciar el día nuestra energía
interna es mayor debido a que la irradiación del Sol nos despierta y activa, permitiéndonos
tener la mente clara para organizar nuestras actividades diarias…
Por el contrario al finalizar el día y
ocultarse el Sol, nuestro ser comienza a disminuir su energía, perdiendo
claridad mental y llevándonos a sentir un cansancio profundo que desenlaza el
estado de ensueño.
La impronta se puede analizar por la acción de los movimientos de los astros que nos afectan mas cercanamente, ya que los ciclos de estos en si, son fractales de otros ciclos mayores.
Los movimientos que vamos a tener en cuenta principalmente son los propios de la Tierra en primer lugar, luego los de la Luna y el Sistema Solar.
Los movimientos que vamos a tener en cuenta principalmente son los propios de la Tierra en primer lugar, luego los de la Luna y el Sistema Solar.
El Tiempo Terrestre… Nuestro Fractal Cósmico
“Para comprender la totalidad solo basta con analizar una parte”...
Los seres humanos conformamos un
conjunto, como así un grupo de células constituye un órgano, nosotros estamos
constituyendo con nuestra presencia parte del cuerpo del planeta Tierra.
A pesar de que por el libre albedrío podemos movernos cada uno en diferente ritmo, generando nuestro tiempo relativo propio, siempre nos encontramos influenciados por el tiempo del espacio en común donde vivimos, que en este caso es la Tierra, y como esta no se encuentra estática todos los movimientos cíclicos que realiza están interfiriendo directamente con nuestro tiempo vital.
A pesar de que por el libre albedrío podemos movernos cada uno en diferente ritmo, generando nuestro tiempo relativo propio, siempre nos encontramos influenciados por el tiempo del espacio en común donde vivimos, que en este caso es la Tierra, y como esta no se encuentra estática todos los movimientos cíclicos que realiza están interfiriendo directamente con nuestro tiempo vital.
Este tipo de influenciaciones de da en todos los niveles...
Si analizamos a la Tierra, por ejemplo. veremos que esta conforma junto a otros cuerpos celestes un conjunto mayor, el denominado “Sistema Solar”, y además de poseer su propio movimiento como el de “Rotación” que marca su tiempo vital, los movimientos y la acción que genera la fuerza de gravedad de los demás planetas y del Sol principalmente, lo induce a desplazarse de cierto modo y a un determinado ritmo, siendo su propio movimiento influenciado por la impronta de los demás astros.
Cada organismo o sistema se mueve particularmente distinto al otro, pero en esencia como el movimiento inicial partió de una misma fuente, con analizar lo inmediato a nosotros comprenderemos y nos sincronizaremos con la energia vital de todo lo demás.
Los ciclos de tiempo propios siempre
van a estar en relación con otros mayores, por lo cual al analizar el terrestre
veremos que el mismo manifestara submúltiplos de un ciclo mayor, conociéndose a estas fracciones
repetitivas como “Armónicas del Tiempo”.
La relación que hay entre el tiempo
relativo de cada uno de nosotros y el tiempo común terrestre nos permite
comprender porque cada ser se encuentra en un estado diferente dentro del mismo
proceso evolutivo cósmico.
¿De qué modo se mueve nuestro
planeta?
Al igual que todo en el Cosmos el planeta responde a los movimientos de “onda y revolución”, y realiza su proceso evolutivo a través de la transformación brindada por la dinámica espiral.
Por ejemplo uno de los movimientos de la Tierra que responde al patrón de revolución es el de “Rotación”, en el cual la Tierra gira sobre sí misma.
Otro de sus movimientos de revolución es el de “Traslación” que posee alrededor del Sol.
Durante cada movimiento de revolución de la Tierra, ya sea de rotación sobre si misma o traslación, la posición del Sol y de los demás astros no se encuentra estática en el cielo.
Prestemos atención al siguiente análisis...
Desde un punto fijo cualquiera en la Tierra podemos ver por ejemplo, que
durante el transcurso del día, el Sol se desplaza de Este a Oeste con respecto
al eje horizontal del plano de observación y a una determinada altura sobre
nuestra cabeza que varía a medida que el Sol se mueve.
La línea por donde trascurre este aparente movimiento del Sol en el cielo o esfera celeste se llama "Ecliptica".
La línea por donde trascurre este aparente movimiento del Sol en el cielo o esfera celeste se llama "Ecliptica".
Si proyectamos en cualquier punto del desplazamiento la vertical del Sol sobre el horizonte, podremos ver que entre esta proyección (ecliptica) y el punto cardinal Norte se conforma un arco o ángulo denominado "Acimut".
Por otro lado entre el plano horizontal u horizonte y la altura de la eclíptica se conforma otro ángulo que determina la “Declinación del Sol” y marca el ángulo de incidencia de los rayos solares.
Si
observáramos durante el transcurso de un año la salida del Sol desde un punto
fijo, veremos que el mismo no sale siempre en el mismo lugar del horizonte, es
decir el acimut al amanecer no se mantiene constante, y la declinación tampoco.
Todas estas variaciones en la posición del Sol son aparentes, ya que no es él en si quien se desplaza alrededor nuestro, sino la Tierra alrededor de él.
El cambio en la declinación del Sol con respecto al horizonte se debe a que el eje de rotación de la Tierra no se encuentra perpendicular al plano de Eclíptica sino que presenta un ángulo de inclinación, siendo la combinacion de este angulo mas el movimiento de traslacion lo que genera esta variacion.
¿Cuál es el objetivo del análisis de los movimientos aparentes del Sol en el cielo?
Es que todas estas variaciones de la posición del Sol vistas desde un punto fijo en la Tierra pueden ser graficadas mediante una “onda sinusoidal” y además al seguir este movimiento alrededor de la esfera celeste podemos ver que el mismo dibuja un espiral. Esto nos da la pauta que debido a la interacción de la inclinación del eje, mas el movimiento de rotación y traslación recibimos la incidencia de los rayos solares a lo largo del año como una onda variable que recorre la Tierra en forma de espiral.
¿Cómo hacemos a establecer el Tiempo?
Me parece
importante antes de comenzar hablar de ciclos o periodos de tiempo, comprender
que es “medir” y como medimos el tiempo.
¿Qué significa medir?
Medir significa comparar una unidad
patrón con una magnitud o propiedad física de un cuerpo.
Al hablar de metros por ejemplo, veremos que el metro en si fue un patrón físico que se estableció hace varios cientos de años atrás y con el cual se comparan las magnitudes físicas dimensionales de un cuerpo (alto, ancho, largo, etc.), y de dicha comparación se obtiene un valor, por tal motivo utilizamos una cinta métrica u otro elemento para realizar la comparación.
Al hablar de metros por ejemplo, veremos que el metro en si fue un patrón físico que se estableció hace varios cientos de años atrás y con el cual se comparan las magnitudes físicas dimensionales de un cuerpo (alto, ancho, largo, etc.), y de dicha comparación se obtiene un valor, por tal motivo utilizamos una cinta métrica u otro elemento para realizar la comparación.
En el caso del tiempo al tomar
mediciones del mismo, por ejemplo , uno de los patrones que utilizamos se llama “Hora”
y corresponde a una fracción de 15° de las 24 partes en la que se dividió el
giro completo de la Tierra sobre su propio eje (24 x 15°= 360°). Al tratarse de
tiempo este patrón está relacionado con un desplazamiento angular del movimiento
de rotación del planeta.
Nuestra unidad cósmica fundamental de Tiempo es el
“Día” y corresponde a la duración del ciclo completo de rotación del planeta Tierra.
La duración de un día también depende del punto de referencia que se tomo para medir el giro completo, ya que durante la medición el punto patrón también sufre pequeños desplazamientos.
En astronomía se suelen tomar 3 puntos diferentes para realizar las mediciones:
- El primero, la posición de un astro durante el punto del equinoccio de primavera (tiempo sideral)
- El segundo, el centro del disco visible del Sol (tiempo solar verdadero)
- El tercero, un punto ficticio cuya posición en el cielo puede ser calculada teóricamente para cualquier lapso de tiempo (tiempo solar medio).
La duración de un día también depende del punto de referencia que se tomo para medir el giro completo, ya que durante la medición el punto patrón también sufre pequeños desplazamientos.
En astronomía se suelen tomar 3 puntos diferentes para realizar las mediciones:
- El primero, la posición de un astro durante el punto del equinoccio de primavera (tiempo sideral)
- El segundo, el centro del disco visible del Sol (tiempo solar verdadero)
- El tercero, un punto ficticio cuya posición en el cielo puede ser calculada teóricamente para cualquier lapso de tiempo (tiempo solar medio).
¿Como medimos el tiempo
terrestre?
Comparando un patrón
básico de movimiento con velocidad promedio constante como es el ciclo de
rotación de la Tierra, con la cantidad de veces que se repite el mismo durante
el desplazamiento del cuerpo que vamos a medir. Por ejemplo al medir el
desplazamiento de la Tierra alrededor del Sol obtenemos que durante una vuelta
completa se repiten 365 rotaciones de la Tierra o días.
Al medir el tiempo
conseguiremos adquirir información vital de un cuerpo ya sea celeste o bien del nuestro
propio, es decir tendremos algunos parámetros de su comportamiento.
De su medición podremos obtener,
al igual que en cualquier movimiento rotatorio u ondulatorio, los siguientes
parámetros: Ciclo, periodo, frecuencia, cresta, valle, amplitud,
Ciclo: Es el movimiento u oscilación que realiza un cuerpo desde que parte de
su punto inicial hasta que retornar a él. Ej.:
El movimiento de traslación terrestre es un ciclo completo de giro de la Tierra
alrededor del Sol
Periodo: Es el tiempo
que tarda un cuerpo u onda en volver a su estado inicial, o bien de ir de un
punto de máxima amplitud al siguiente, estableciendo una unidad de tiempo. Ej.: Un
periodo de 24 hs es lo que tarda el ciclo completo de rotación de la Tierra y
se denomina a esta unidad de tiempo Día.
Frecuencia: Número de veces que es repetido dicho movimiento u oscilación por unidad de
tiempo. En otras palabras, es una simple repetición de valores por un período
determinado. Ej.: Un día tiene una frecuencia temporal de 365 veces al año.
Cresta: La cresta es el punto de máxima amplitud
de una onda; es decir, el punto más separado de su posición inicial o de reposo.
Ej.: El mediodía.
Valle: Es el punto más bajo de una onda. Ej.: El Ocaso.
Amplitud: La amplitud es la distancia vertical entre una cresta
y el punto medio de la onda. Nótese que pueden existir ondas cuya amplitud sea
variable, es decir, crezca o decrezca con el paso del tiempo. Ej: Declinación
del Sol.
¿Cuáles son los movimientos cíclicos que
posee nuestro planeta?
El Planeta Tierra posee varios movimientos,
de los cuales 6 de ellos son los que a nivel astronomico marcan los patrones temporales.Todos estos
movimientos juntos a los de la Luna y el Sistema Solar marcan los ciclos
básicos del Tiempo fractal Cósmico Terrestre.
Movimientos:
1. Rotación:
Es un movimiento que efectúa la Tierra girando sobre sí misma en el sentido contrario de las agujas del reloj. La rotación esta causada por la conservación del momento angular que se genero al inicio de su creación sumado a la fuerza de gravedad que ejerce todo el conjunto del sistema solar sobre su masa.
La Tierra rota a lo largo de un eje imaginario denominado ”Eje terrestre” que pasa por sus polos geográficos, a una velocidad media en el ecuador de 1600 km/h. Al giro completo o ciclo de rotación se lo denomina “Día” y su valor promedio actual de duración en unidad física de tiempo es de 24 horas.
El ciclo de rotación es el causante de los días y las noches en el planeta, debido a que este movimiento va permitiendo o no la incidencia de los rayos solares en una de las caras de la superficie; por tal motivo es que mientras en occidente es de día en oriente es de noche y viceversa.
En este caso se utiliza al termino “día” para indicar el lapso durante el cual el planeta Tierra recibe la incidencia del Sol en su superficie y por el contrario se entiende a la noche como el lapso durante el cual una parte de la Tierra deja de recibir la luz solar permaneciendo por ende en la oscuridad.
A medida que la Tierra rota, la intensidad y la forma en que los rayos solares inciden en la superficie varia.
Desde nuestro plano horizontal podemos ver que el Sol se desplaza en forma de arco de este a oeste, es decir desde que amanece hasta que anochece, el Sol va trasladándose y aumentando o
disminuyendo su altitud con respecto al horizonte. Este transito solar hace que varié el ángulo con el que recibimos los rayos solares, generando así un cambio en la intensidad lumínica.
Esta variación se da, debido al ángulo de inclinación que presenta el eje
de rotación de la Tierra…
El eje de rotación presenta una inclinación actual de 23° 26´ con respecto
al plano medio del Sol, generando que el ecuador terrestre no coincida con el
ecuador solar o plano de la eclíptica, permitiendo así que al combinarse la rotación
mas la inclinación tengamos un transito solar con altitud variable.
No siempre podemos apreciar visualmente el transito del Sol en el cielo
como antes mencionamos, ya que durante el transcurso del año el planeta además
de rotar se traslada en forma elíptica alrededor del Sol con su plano medio
inclinado a 23° 26 causando que por momentos el Sol se encuentre con inclinación
negativa con respecto a nuestro horizonte, impidiéndonos observar el mismo en
el cielo, como ocurre durante parte del invierno.
Si por ejemplo, el ecuador terrestre o eje de simetría horizontal de la
Tierra coincidiera con el ecuador del Sol durante la rotación, la incidencia de
los rayos solares seria siempre perpendicular a la superficie, produciendo así, una intensidad
lumínica más leve pero constante durante el día, como ocurre durante la
primavera o el otoño”...
Gracias a esta variación angular es que podemos disfrutar de hermosos
amaneceres y atardeceres, como así también del Sol pleno del mediodía.
Durante el transcurso del día podemos
recibir en la superficie los rayos solares de tres formas distintas: Oblicuos,
perpendiculares o tangentes.
Según la estación del año, latitud y longitud donde nos encontremos puede
predominar durante mayor parte del día alguna de estas formas de incidir.
La transición entre una forma de incidir y la otra, es lo que marca el
inicio de lo que denominamos: amanecer, atardecer y anochecer.
Cuando el Sol sale por el horizonte, al amanecer, los rayos solares inciden
en la superficie de forma oblicua. Durante el mediodía y hacia el atardecer, los
rayos se dirigen casi perpendiculares. En el ocaso, es decir al ocultarse el
sol en el horizonte hacia el anochecer, los rayos inciden de forma tangencial
la superficie.
Cada traspaso entre una forma de incidir y la otra demarca cuatro periodos
menores de tiempo de 6 horas aproximadas cada uno, conocidos como: mañana, mediodía,
tarde y noche o medianoche.
Estos periodos son los fractales naturales
más pequeños del tiempo Terrestre, pudiendo ser comparables a mayor escala con
las cuatro estaciones de año que también están relacionadas con la forma en la
que recibimos la incidencia solar, siendo estas: invierno, primavera, verano y
otoño.
En uso cotidiano se utilizan además lapsos intermedios de tiempo entre las cuatro estaciones del día, que no poseen
un valor establecido y se conocen como: Media-mañana, media-tarde, tarde-noche
y madrugada.
Medición del Ciclo de rotación y su unidad de Tiempo
El primer paso para la medición de cualquier ciclo es establecer el momento
de inicio del mismo. En el caso de la medición de un Día o ciclo de rotación,
existen diversas posibilidades para establecerlo.
Si observamos la naturaleza veremos que lógicamente para la mayoría de los
animales el Día comienza al amanecer.
En cambio para los seres humanos
puede depender su inicio principalmente de la cultura a la cual pertenecen, por
ejemplo sabemos que en la antigua civilización Egipcia el día empezaba al
amanecer y no así fue para los Griegos que marcaron el inicio de su día al
anochecer.
Estas costumbres están relacionadas mas allá de todo, con los procesos
transitivos de la consciencia humana en el ciclo evolutivo galáctico, que mas
adelante mencionare.
Actualmente nuestro “Día civil” comienza a la medianoche, siendo esta una
costumbre originaria traída de la antigua Roma.
Se suelen utilizar en la práctica los siguientes tres puntos referenciales:
1 - Una estrella
2 - El centro del disco visible solar (centro del Sol)
3 - Un punto imaginario
1) El lapso entre dos culminaciones
sucesivas de una estrella en un determinado meridiano de la esfera celeste,
tomando como momento de inicio el equinoccio de primavera
(alineación del ecuador terrestre con el plano medio del Sol), dura 23 horas
con 56 minutos y 4 segundos y se denomina Día
sidéreo”.
Esta unidad
no suele utilizarse en la práctica, por un lado debido a que su valor es fraccionario
y por el otro es que al ser el equinoccio un punto móvil a causa de un movimiento de la Tierra llamado “Precesión
de los equinoccios”, el valor de la
misma presenta pequeñas variaciones a lo largo del tiempo, siendo por ambos
motivos descartada para su uso cotidiano.
2) El ciclo de rotación medido desde que el punto central del disco solar parte desde su culminación superior (mediodía) o culminación inferior (anochecer) hasta que retorna a la misma en el mismo meridiano establece el “Día solar verdadero”.
Esta medición es la más exacta de todas, pero debido a los retardos que sufren
los puntos de culminación del Sol a causa de la traslación de la Tierra en conjunción
con la inclinación del eje terrestre, mas la disminución o aumento de la
velocidad de traslación para mantener constante el movimiento elíptico (según
las leyes de movimiento orbital “tiempos iguales barren espacios iguales”), se
obtienen mediciones variadas que son de difícil uso en la práctica.
Por ejemplo este 22 de Diciembre (solsticio de verano) es 50 segundos más
largo que el 23 septiembre (equinoccio de primavera).
3) Si tomamos al Sol y medimos en cualquier momento del día una vuelta
desde que aparece en un punto determinado hasta que retorna en el mismo, el
lapso de tiempo promedio que empleo en
culminar dos veces consecutivas en dicho
punto durante todos los días del año, establece un valor de día medio que dura 24 horas y es
llamado “Día solar medio”.
Para marcar el inicio de este tipo de medición se estableció un sistema de referencias llamado “Husos Horarios”, que permite la medición del día desde cualquier latitud o longitud de la superficie terrestre.
Actualmente el periodo o unidad de tiempo que establecimos como "Día" corresponde al "Día Solar Medio"
Por todas estas variaciones que
antes mencionamos, los astrónomos establecieron un factor de corrección denominado "Ecuación del Tiempo",
para establecer un día solar medio.
El "día solar medio" en si, es un promedio
del "día solar verdadero" y fue establecido para que en la
practica la medición del día no sea tan compleja,
como así también el valor del mismo sea constante.
La ecuación de tiempo es la diferencia entre el
tiempo solar medio y el tiempo solar verdadero. Esta diferencia varía a lo
largo del año y alcanza una mayor diferencia a principios de noviembre, cuando
el tiempo solar medio está a más de 16 minutos por detrás del tiempo solar verdadero
y a mediados de febrero, cuando el tiempo solar medio va más de 14 minutos por
delante del verdadero.
En la antigüedad se separaba la medición del tiempo solar medio en "Tiempo
Civil" y la medición del tiempo solar verdadero y el
Tiempo Sidéreo en "Tiempo Astronómico".
En el
presente la medición es solamente a través del Tiempo
Civil, y para las mediciones astronómicas mas exactas se utiliza
un factor de corrección si es necesario.
En
algunos otros casos como la astronomía observacional, se sigue utilizando
muchas veces el “Día Sidéreo” para
anotar los cambios de posición de una estrella en la esfera celeste de un
día hacia otro.
2. Traslación:
Es un movimiento que realiza la Tierra trasladándose
alrededor del Sol a causa de
la acción de la fuerza de gravedad que ejerce el mismo sobre el planeta. La
Tierra orbita de forma elíptica alrededor del Sol y en sentido contrario a las
agujas del reloj.
El ciclo
completo de traslación dura aproximadamente
365 días con 6 horas , esas 6 horas se acumulan cada año y transcurridos 4 años, se convierten en 24
horas (1 día), causando que en dicho año el ciclo de traslación demore 366 días
en completarse, conociéndose al mismo como “Año bisiesto”.
En los primeros días de enero se alcanza la máxima proximidad al Sol, produciéndose el “Perihelio”, donde la distancia es de 147,5 millones de km, mientras que en los primeros días de julio se alcanza la máxima lejanía, denominada “Afelio”, donde la distancia es de 152,6 millones de km. La diferencia entre el afelio y el perihelio es aproximadamente de 5 millones de km, unas 13 veces la distancia existente entre la Tierra y la Luna.
El recorrido de la Tierra alrededor del Sol describe un
plano medio en forma de elipse denominado “plano de la eclíptica”. Dicho plano
contiene a la orbita de la Tierra alrededor del Sol como el desplazamiento
aparente del Sol visto desde la Tierra.
La Tierra se traslada alrededor del Sol con su eje de
rotación inclinado 23° 27´ respecto a una perpendicular al plano de la
eclíptica o bien a 66° 33´ con respecto al plano horizontal de la misma (90°-
23°27´=66°33´).
Dicha inclinación delimita geográficamente en la
superficie de la Tierra los círculos polares Ártico y Antártico. Ubicándose dichos
paralelos en las latitudes 66° 33´ Norte
para el círculo polar Ártico y 66°33´
Sur para el círculo polar Antártico.
También se delimitan otros dos paralelos conocidos como
Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio. Cuando el ecuador se encuentra en
su máxima o mínima declinación respecto al plano de la eclíptica, o bien visto
desde la Tierra el Sol alcanzando su máxima o mínima declinación respecto al
ecuador, se establecen a 23°27´ Norte el Trópico de Cáncer y a 23°27´ Sur el
Trópico de Capricornio.
¿Cómo podemos corroborar dicha inclinación?
Al observar la ubicación
de los polos celestes entre las estrellas durante el transcurso del año se ve
que la misma no varía de forma perceptible, evidenciando esto que durante la
traslación el eje de rotación se mantiene paralelo así mismo. Otra prueba de
esto es la variación de la declinación del Sol observada desde un punto fijo en
la Tierra.
La combinación de la inclinación del eje terrestre con la
traslación, causa una variación en el ángulo de incidencia de la radiación
solar durante el transcurso del año, produciendo períodos de varios meses de
luz y oscuridad continuadas en los polos geográficos, conocidos como “dia y
noche polar” además causar las 4 estaciones del año: Otoño, Invierno,
primavera, verano.
Durante el movimiento de traslación, el plano de la eclíptica y el ecuador terrestre, se
alinean en dos ocasiones solamente, cortando diametralmente la Tierra en dos
puntos, uno denominado “Punto Aries o Vernal” y en el opuesto “Punto Libra o Iemal”. Estas
alineaciones reciben el nombre de “Equinoccios” (del latín aequinoctĭum que significa:” noche igual”) y marcan
el inicio de las estaciones de la “Primavera y Otoño”.
El equinoccio de otoño ocurre entre el 20 o 21 de marzo y
el equinoccio de primavera entre el 22 o 23 de septiembre de cada año, épocas
en que los dos polos de la Tierra se encuentran a igual distancia del Sol, cayendo la luz solar por igual en
ambos hemisferios. Durante los equinoccios los días tienen
una duración igual a la de las noches en todos los lugares de la Tierra.
Otras dos alineaciones ocurren cuando la Tierra alcanza
su mayor o menor declinación con respecto al plano de la ecliptica. Cuando la
Tierra se encuentra en su máxima declinación corta dimetralmente un punto en la esfera
terrestre denominado “Trópico de Cáncer” y cuando se encuentra en su minima
declinación corta diametralmente la tierra en un punto denominado “Trópico de Capricornio”. Las alineaciones en
estos puntos se denominan “Solsticios” (en latín”sol quieto”)
y marcan el inicio de las estaciones de ”Invierno y Verano”.
En los días de solsticio, la longitud del día
y la declinación o latitud del Sol al mediodía son máximas (en el solsticio de
verano) y mínimas (en el solsticio de invierno) comparadas con cualquier otro
día del año.
Medición del Ciclo de Traslación y su Unidad de Tiempo
Según las diferentes culturas el momento de
inicio del año puede variar bastante entre unas y otras. En algunos casos su
inicio no está relacionado con ningún suceso astronómico notorio, sino que
puede tener relación con otro evento religioso o laborioso, como ser la
aparición de alguna deidad o el levantamiento de una cosecha. Por ejemplo el
año nuevo Hindú se celebra a mediados de Noviembre mientras que el año nuevo
Tibetano a finales de enero y principios de febrero.
Actualmente en la mayoría de los países se
adopta como inicio de año el 1 de enero, siendo esta fecha parte del antiguo
calendario juliano. El origen de la misma se basa en el momento en que asumían
los cónsules de la antigua Roma. Al día de hoy se mantuvo esta costumbre
arraigándose la misma también a un carácter religioso.
Astronómicamente se determina el inicio del
año en el equinoccio de primavera, y se denomina como “Año Trópico” al
intervalo de tiempo entre dos pasos sucesivos del centro del Sol verdadero a
través de un punto del equinoccio de primavera. Un año trópico tiene una
duración de 365,2422 días solares medios. Por otro lado si en vez del Sol se
toma una estrella, el año tiene una duración de 365,2564 días solares medios,
es decir 20 minutos 24 segundos mayor al año trópico, debido al lento
desplazamiento del punto del equinoccio de primavera provocado por el
“movimiento de precesión” y se denomina al mismo como “Año Sidéreo”.
A
parte de esta dos formas astronómicas también se adoptan otro puntos
referenciales astronómicos para su medición, como la culminación de 12 o 13 ciclos
lunares (dependiendo también esto del punto referencial tomado para su
medición) o el momento de ascensión del Sol en conjunción con otra estrella.
3. Precesión:
Debido a que el cuerpo de la Tierra no es esférico
completamente sino que presenta un leve abultamiento en el ecuador, las fuerzas
de atracción del Sol y de la Luna actúan con mayor intensidad sobre dichas protuberancias, generando como resultado de su compensación
un movimiento de bamboleo del eje de rotación terrestre denominado “Precesión”.
Como resultado del movimiento de precesión,
el eje terrestre varia su dirección con respecto a las estrellas describiendo alrededor
de los polos de la eclíptica un movimiento circular, en sentido horario y con un
radio de casi 23° 27´, conocido como “Circulo de Precesión”.
Una
vuelta completa del eje de rotación de la Tierra a causa de la precesión
establece un ciclo de revolución con una duración aproximada de 26 mil años y se
denomina a dicho periodo de tiempo “Año Platónico”. El periodo del año
platónico o ciclo de precesión tiene una duración aproximada debido a que las
fuerzas de atracción Solar y Lunar presentan pequeñas variaciones.Astronomicamente se estableció su valor actual 25776 años, aunque dicha valor puede variar.
Nota:
…”Si la Tierra tuviese la forma de una esfera, fuese homogénea o estuviese
compuesta de capas esféricas de igual densidad o con un cuerpo absolutamente
solido, la dirección del eje de rotación de la Tierra y el periodo de su
revolución permanecerían constantes en el transcurso de cualquier intervalo de
tiempo”...
A medida que el eje terrestre rota
alrededor de los polos de la eclíptica a causa de la precesión, la dirección de los polos celestes va cambiando, produciendo que los mismos apunten a diferentes estrellas en la bóveda celeste, por tal motivo para referenciar la ubicación actual del eje terrestre se
determina a la estrella mas próxima al eje terrestre en el polo norte como “Estrella Polar”.
Hace aproximadamente 13.000 años, es decir, hace la mitad de un ciclo de precesión, el eje de rotación terrestre se encontraba apuntando hacia la estrella “Vega” de la constelación de Lira.
Por otro lado, el cambio en la dirección del eje de rotación de la
Tierra también provoca una variación en la orientación del plano del ecuador y, por
tanto, de la línea de corte de dicho plano con la eclíptica.
Esto con el paso del tiempo produce que los
equinoccios y solsticios varíen año a año un poco más, coincidiendo
por ejemplo algunas veces los solsticios cerca del afelio y otras del perihelio. Además la precesión también
hace que cambie el punto Aries y el punto Libra, o corte del ecuador con la eclíptica,
por consiguiente también varia el inicio de la primavera y otoño. Por estos motivos
se le suele llamar a este movimiento “Precesión de los equinoccios”.
A medida que el eje terrestre se mueve por la precesión describiendo un circulo en el polo norte celeste y otro en el polo sur celeste, también va conformando un cono a lo largo del planeta denominado “Cono de Precesión”, debido a que la inclinación del eje hace converger los círculos de precesión de forma cónica hacia el Ecuador.
La amplitud
actual del cono de precesión es de aproximadamente 47º (23º 27´ + 23º 27´= 46º 54` o 46º. 9 ). Esta amplitud varía con el transcurso
del Tiempo a causa de que el eje terrestre también varía su inclinación.
Analizando el Ciclo de Precesion
El movimiento de precesión además de hacer
cambiar los puntos equinoccionales, también modifica notoriamente con el
transcurso del tiempo la visión del cielo nocturno, debido a que hace variar la
declinación y altitud de cualquier estrella respecto al horizonte.
Si nos posicionamos en el Ecuador veriamos
que durante el transcurso de los años en el momento que ocurre el equinoccio de
primavera, se proyecta de forma perpendicular al mismo, una determinada constelación
o conjunto de estrellas.
Debido a que el movimiento de precesión cambia
la ubicación del Ecuador respecto a la eclíptica, también hace cambiar la constelación
que se proyecta sobre el punto vernal. Durante todo un ciclo de precesión, es
decir en un ciclo aproximado de 26 mil años, el punto vernal atraviesa o se
proyecta de forma perpendicular en 12 o
13 constelaciones. Estas constelaciones son las que componen el conocido “Zodiaco”
(del griego "zoon-diakos" que significa rueda de los animales).
El Zodiaco en si es una banda imaginaria que
circunda la esfera celeste y que contiene al tránsito de las constelaciones zodiacales
como así también al del Sol (eclíptica), La Luna y los planetas. El ancho de
esta banda no está delimitado, pero su amplitud es aproximada a la constelación
zodiacal de mayor tamaño. Por tal motivo algunas veces las constelaciones
zodiacales pueden ser más, dependiendo del criterio que se utiliza.
En astrología se han adoptado 12 constelaciones
zodiacales conocidas como: Acuario, Piscis, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo,
Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario y Capricornio.
Así es que el nombre
del punto vernal o “Aries”, se debe a que en los inicios de la astrología de nuestra
actual civilización la constelación de Aries era la que se proyectaba sobre el
ecuador en el equinoccio de primavera. Actualmente el punto vernal se encuentra
proyectado sobre la constelación de Piscis.
A cada constelación
le corresponde un transcurso de 30° del arco del eje terrestre en el ciclo de precesión,
es decir 12 constelaciones x 30° de arco completan un giro de 360° de precesión.
El periodo de tiempo que demora el desplazamiento de 30° de cada constelación se
denomina “Era Astrológica” o “Mes Platónico” y tiene un valor aproximado a 2166
años (26000/12= 2166,6).
La velocidad actual del giro de
precesión del eje terrestre es de aproximadamente 50.26" por año, o
alrededor de 1° cada 72 años. Por tal motivo para efectuar un desplazamiento de
30° de arco, se demora aproximadamente 2160 años (30° x 72 años= 2160 años).
Para los astrónomos
el zodiaco presenta algunas variaciones. En primer lugar ocurre que en la práctica
las constelaciones poseen tamaños desiguales, entonces el tiempo que demora el
punto vernal en atravesar una constelación puede ser menor o mayor, lo que hace
cambiar a nivel astronómico, no astrológico, la duración de cada era. A continuación
se describe el tiempo de duración de cada era a nivel astronómico.
El Zodiaco actual
astronómico contiene 13 constelaciones,
por hallarse la constelación de “Ofiuco” en un gran porcentaje dentro de la
amplitud de la constelación de Escorpio, haciendo contener a la misma dentro
del conjunto de constelaciones.
De estos
conceptos diferentes entre el zodiaco astronómico con los desplazamientos
desiguales de 13 constelaciones y el zodiaco astrológico con 12 constelaciones
regulares, surge un desencuentro en el criterio de inicio de cada era.
Ha surgido la
idea de que se deben utilizar los límites astronómicos para calcular las eras
astrológicas, por lo que según este criterio en el presente, tardaríamos más
tiempo en entrar a la era de Acuario, puesto que Piscis tiene 37.2° y Acuario
24.0°.
El siguiente grafico muestra la diferencia del
posicionamiento actual de la era astrológica entre un punto de vista y el otro.
En la parte
superior se marca el punto vernal del equinoccio de primavera y en las 3 ruedas
el avance del Zodiaco astronómico (en la rueda exterior) y el astrológico (en
la rueda del medio) con respecto al Zodiaco Tropical fijo en la constelación de
Aries (Centro). El sentido de giro es horario al igual que el movimiento de precesión.
Por ejemplo muchas veces entre el traspaso de una constelacion a otra, existen zonas oscuras en la que no se encuentra ninguna estrella, quedando el punto vernal sin referenciamiento. Estos espacios son los que no permiten sostener firmemente el criterio para determinar si una constelación tendrá más o menos grados de arco que la otra, generando que estos cálculos también sean deductivos.
Por este motivo es que los astrologos siguen sosteniendo el criterio de 12 constelaciones con eras regulares, y basan su idea en relación a los 12 ciclos lunares del año solar medio.
Por otro lado el criterio astronómico es comprensible desde la disposición de 13 constelaciones con eras irregulares, en relación a los 13 ciclos lunares del año lunar y la irregularidad del año solar verdadero.
Ambos criterios son valederos, y como explicamos con otros ciclos anteriormente, la determinación entre uno y otro dependerá del punto en que nos encontremos del espiral evolutivo.
Fases del Ciclo de Precesion
Durante cada periodo completo de precesion, estas dos variaciones van delimitando al igual que un ciclo lunar, diferentes fases que denotan la intensidad lumínica o fotonica que vamos a estar recibiendo en nuestro cielo durante el transcurso del tiempo.
Durante un ciclo de precesion existen etapas o fases, en donde la incidencia lumínica estelar difiere, y a causa de esto se han identificado cuanticamente, periodos zodiacales de mayor o menor fotoluminosidad, establecidos como amanecer, anochecer y día o noche estelar o galáctica.
Dentro del brazo de la galaxia donde nos encontramos, el sistema solar comparte su ubicación estelar dentro de la burbuja local, con un conjunto de estrellas conocidas como "Las Pleyades".
Dentro del conjunto estelar de las "Pleyades" el Sistema Solar identificado como "Ors", recibe en el transcurso del ciclo de precesion, de la estrella principal de las Pleyades conocida como "Alcion", la intensidad de la banda fotonica que esta estrella irradia.
Este transito ocurre principalmente durante las Eras de "Acuario" y "Leo". Cuando transitamos estas eras, se dice que nos encontramos en el "Día Estelar o Galáctico", y mientras no transitamos por allí, nos encontramos en la "Noche Estelar o Galáctica".
La transición de el Día a la Noche estelar o galáctica, o viceversa, comienza a ocurrir en una fase de tiempo conocido como "Amanecer u Anochecer estelar o galáctico", con una duración a aproximada de 3.200 a 3.250 años.
El conocimiento de estas fases estelares y la existencia de las eras astrologícas o astronómicas es conocido desde la antigüedad por diferentes civilizaciones.
Por ejemplo los Hindúes vienen nombrando hace milenios a este ciclo astronómico como las "Yugas" (Eras), igualmente a pesar de esto no han tenido un conocimiento exacto de su duración hasta hace unos cientos de años, quizás yendo al caso, por encontrarnos transitando recién el inicio del Día Estelar, que nos trae claridad...
Fuero de esto para los Hindúes el ciclo de las eras astrologicas o astronomicas se extiende mas allá que el periodo de movimiento de precesion, ya que una Yuga puede durar desde 24.000 años, pasando por periodos de 432.000 años en un "Kali Yuga" (Era del demonio), 1.296.000 años en un "Duapara Yuga", hasta 1.728.000 años, siendo este ultimo periodo el comprendido para una Satia Yuga (Era de la Verdad) o Krita Yuga (Era del Cumplido).
Nota: Han de encontrar muchos textos indicando a estos periodos como galácticos, pero personalmente prefiero identificar a los mismos como "Estelares", ya que principalmente este hace referencia a la incidencia y al movimiento de las constelaciones en la esfera celeste.
4. Nutación:
El
movimiento de precesión va acompañado de una oscilación periódica del eje de
rotación de la Tierra, llamada Nutación (del latín
“nutare”, cabecear u oscilar). La
nutación produce que el eje terrestre oscile en pequeña escala, haciendo variar
al mismo de su posición media. Este movimiento se da por que las fuerzas de precesion del Sol y la Luna cambian constantemente en direccion e intensidad.
El movimiento de nutacion es similar al de un trompo cuando pierde fuerza y comienza a caerse.
El movimiento de nutacion es similar al de un trompo cuando pierde fuerza y comienza a caerse.
El principal perturbador del eje terrestre en la nutación es la Luna, aunque la fuerza gravitatoria del Sol en si actúa fuertemente sobre la Tierra solo genera un pequeño efecto de nutacion, es la Luna quien influye más en este movimiento por encontrarse en mayor cercanía a la Tierra.
Nota: Las fuerzas de atracción son iguales a cero
cuando el Sol y la Luna se encuentran en el plano del ecuador de la Tierra y
alcanzan el máximo cuando estos astros se hallan más alejados de dicho ecuador.
Debido a la nutación el eje terrestre se
desplaza en un periodo de 18,6 años un máximo de 9 segundos de arco a cada lado
del valor medio de su ángulo de inclinación (oblicuidad de la eclíptica) y
hasta unos
7 segundos a cada lado del valor medio de desplazamiento del punto Aries sobre
la eclíptica debido a la precesión de los equinoccios. Este periodo de 18,6 años es igual al tiempo del ciclo de “Revolución de los nodos Lunares” que mas adelante veremos.
El Sol produce otro efecto de nutación de mucha menor relevancia, con un período medio de medio año incrementando la oscilación del eje mencionada hasta 1.1" de arco en oblicuidad y hasta alrededor de 2" de arco en longitud (precesión)
El Sol produce otro efecto de nutación de mucha menor relevancia, con un período medio de medio año incrementando la oscilación del eje mencionada hasta 1.1" de arco en oblicuidad y hasta alrededor de 2" de arco en longitud (precesión)
…“En cada ciclo de 18.6 años la ubicación entre trópicos y
círculos polares medios y verdaderos puede alcanzar hasta una diferencia cercana
a los 300 mts y la ubicación de los trópicos y círculos polares verdaderos
puede superar los 700 mts de distancia en aproximadamente 10 años (18,6/2= 9,3
años), período máximo de alejamiento antes de empezar el siguiente ciclo”...
Como resultado de la nutación el eje describe pequeños elipses, que sumados con el transcurso del tiempo al avance del movimiento de precesion y la variacion de la oblicuidad, dibujaran en los polos celestes ondas similares a espirales. Se supone que en una vuelta completa de precesión los polos habrán realizado aproximadamente 1385 de estos bucles (cálculo realizado con el valor aproximado astronómico actual del ciclo de precesión 25776 años/18,6 años x ciclo= 1385,8 bucles)
En el
siguiente grafico se pueden observar los bucles que describen los polos sobre
el cono de precesión.
- Ciclo de Nutación
mayor a causa de la atraccion Lunar 18,6 años
- Ciclo de Nutación
menor a causa de la atracción Solar 0,6 años
5. Movimientos Polares: Debido a que el cuerpo de la Tierra se encuentra en constante movimiento (océanos y mares, placas tectónicas, masas de aire, nucleo, etc.), la superficie del planeta presenta pequeños desplazamientos, produciendo que el punto del eje de rotacion que interseca la Tierra se mueva. Estos desplazamientos son perceptibles si observamos desde un punto fijo, durante un determinado tiempo, la posición de los polos celestes respecto a los polos geográficos. Alli veremos que la posicion de los mismos varia ligeramente, y esto se da debido a las pequeñas desviaciones que sufre el eje de rotacion terrestre a causa de los cambios en la geometria del planeta.
Se considera que el movimiento polar es la combinación de
tres factores distintos: dos movimientos cuasi-periódicos, y una deriva
gradual.
- El "Bamboleo de Chandler" (en honor a su actual descubridor) es el componente dominante del movimiento polar. Supone una variacion de 0.7 segundos de arco en un periodo aproximado de 433 días. Por tal motivo describe una trayectoria casi circular de los polos de entre 3 y 15 m de diámetro.
El bamboleo de Chandler se considera generalmente como un fenómeno de resonancia, una nutación libre, que es excitada por una fuente y que con el pasar del tiempo muere hasta empezar otro ciclo.
Desde su descubrimiento en 1891 se registro la máxima amplitud (en diámetro) de este movimiento en 1910, y en el año 2006 se detuvo durante 6 semanas por causas que los científicos desconocen, por tal motivo se calcula una constancia de resonancia de esta oscilación en aproximadamente 96 años.
La causa principal del bamboleo de Chandler es la presión fluctuante del fondo oceánico, originadas por los cambios de temperatura y salinidad, y por los cambios en la dirección de las corrientes oceánica.
La causa de este movimiento
principalmente es la dinamica atmosférica y la acumulación estación de masas
de agua.
La variacion u oscilación anual se superpone al
bamboleo de Chandler, describiendo un circulo menor. En el siguiente grafico se
puede observar dicho movimiento, realizado en el ultimo año.
Nota: Una milesima de segundo de arco equivale aproximadamente a 3 cm
Por otro lado los grandes terremotos también causan movimiento
polar, debido a la redistribución abrupta de la masa solida producida por
el desplazamiento de las placas tectónicas. Pero estos movimientos son
bastante pequeños en comparación a largo plazo con los del núcleo y manto,
como así también con los de rebote isostático.
Este movimiento es geológico y no debe
confundirse con el cambio o reversión de los polos magnéticos terrestres,
aunque en si todo se encuentra relacionado.
En el siguiente grafico se pueden observar el movimiento polar total contemplando los 3 factores.
Nota: Cada segmento equivale a un desplazamiento de 3 mts sobre la superficie y el dia cero corresponde al 1 de enero del 2000.
Nota: Cada segmento equivale a un desplazamiento de 3 mts sobre la superficie y el dia cero corresponde al 1 de enero del 2000.
Por lo tanto a causa de este movimiento tenemos 2 periodos de tiempo
establecidos: uno de 433 dias a causa del Bamboleo de Chandler y otro de 1 año
a causa de la oscilación anual.
6. Perturbaciones Planetarias:
La atracción de los demás planetas del sistema solar es
demasiado pequeña para provocar cambios en la posición del eje de rotación de
la Tierra, como los generados por el Sol y la Luna a través de la “Precesión y
Nutación”, pero si influyen sobre el movimiento de la Tierra alrededor del Sol.
Unos de los efectos que produce la atracción planetaria, es
la variación de la forma de la órbita de la Tierra.
La forma de la órbita de la Tierra, varía de ser casi circular (excentricidad
baja de 0,005) a ser ligeramente elíptica (excentricidad alta de 0,058) y tiene
una excentricidad media de 0,028. La excentricidad actual es 0,017 y por tanto
la diferencia entre el mayor acercamiento al Sol (perihelio) y la mayor
distancia (afelio) es sólo 3,4% (5,1 millones de km).
Estas variaciones ocurren en periodos
de tiempo entre 100.000 a 413.000 años aproximadamente.
A causa de la
variación de la excentricidad, el plano de la eclíptica también cambia un poco su
posición en el espacio. Los polos del plano de la eclíptica se desplazan en la
esfera celeste, generando actualmente que cada año el punto del equinoccio de
primavera se mueva hacia el este 0”,114. Este desplazamiento produce a futuro que las imaginarias líneas
que describen los polos celestes, a causa del movimiento de precesión, no se
cierran en el espacio.
Otro efecto producido por la acción gravitatoria de los
demás planetas es la “Oscilación del plano de la eclíptica”. El principal
perturbador es el planeta Júpiter y la eclíptica oscila alrededor del plano de
la órbita de Júpiter que es el plano que permanece aproximadamente invariante.
Esta oscilación hace cambiar el ángulo que hay entre el eje de rotación terrestre
y el plano de la eclíptica, es decir la oblicuidad de la eclíptica.
La inclinación varia de 22°1 a 24°5 pasando a través de
ciclos de diferente amplitud, con un período de alrededor de 41.000 años. La
oblicuidad actual es de 23° 27´ y se encuentra disminuyendo de a razón de 0,47
segundos de arco por año.
Todas estas variaciones del plano orbital se encuentran
relacionadas, y la combinación de ciclos de mínima o máxima oblicuidad con los
periodos de mayor o menor excentricidad, es lo que da lugar a las eras
glaciares e interglaciares, ya que estos cambios producen que la insolación en
la superficie terrestre sea mayor o menor.
Movimientos de la Luna
1. Traslación:
La Luna al igual que la Tierra realiza un movimiento
de traslación en sentido contrario a las agujas del reloj, pero en su caso es alrededor de la Tierra. En su movimiento describe una trayectoria elíptica de baja excentricidad, a una distancia media de unos 384.000 kilómetros y a
una velocidad promedio de 3600 Km/h ó 1 km/s. Debido a las características de su órbita (excentricidad, etc.), la
distancia entre la Tierra y su satélite natural varía, así como también la
velocidad de traslación.
Nota: Un cuerpo orbitando de forma elíptica, excéntrica u ambas alrededor de un astro se mueve más lentamente cuando se encuentra más alejado del mismo, esto es debido a que las leyes de su propio movimiento tienden a mantener el momento angular constante, por consiguiente en su recorrido por la elipse, el cuerpo barrera áreas iguales en tiempos iguales. “Ver leyes de Kepler”
Cuando la Luna se encuentra en el punto de su órbita más alejado de la Tierra, se denomina al mismo “Apogeo”, y ocurre a unos 406.500 km aproximadamente, por el contrario cuando se halla en el punto más cercano, se denomina al mismo “Perigeo”, y ocurre a unos 356.500 km. Cuando la Luna se encuentra en Perigeo se puede apreciar un aumento de su tamaño aparente visible desde a Tierra. En su Perigeo, el diámetro angular de la Luna es de unos 33´,8, mientras que en su Apogeo es 29´,7, una diferencia del 13%.
Cuando la Luna se encuentra en el punto de su órbita más alejado de la Tierra, se denomina al mismo “Apogeo”, y ocurre a unos 406.500 km aproximadamente, por el contrario cuando se halla en el punto más cercano, se denomina al mismo “Perigeo”, y ocurre a unos 356.500 km. Cuando la Luna se encuentra en Perigeo se puede apreciar un aumento de su tamaño aparente visible desde a Tierra. En su Perigeo, el diámetro angular de la Luna es de unos 33´,8, mientras que en su Apogeo es 29´,7, una diferencia del 13%.
Nota: El “diámetro angular” es la dimensión aparente del diámetro ecuatorial de un cuerpo celeste, expresándola como ángulo y suponiendo al observador en su vértice. Las distancias y dimensiones pueden presentar pequeñas diferencias en algunas mediciones astronómicas, a causa de que las mismas se tomaron en diferentes puntos de referencia físico o del estado de la “órbita lunar”.
Ciclo Lunar
Para medir el ciclo lunar se toman varios puntos de
referencia, pero los dos principales son: las estrellas y el Sol.
Si tomamos como punto de referencia el fondo estelar
(revolución sideral), la Luna demora 27 días con 7 hs y 43 min en dar una
vuelta completa alrededor de la Tierra, pero si tomamos como referencia al
disco solar (revolución sinódica) demorara 29 días con 12 hs y 44 min, esto es
debido a que en este lapso la Tierra también ha girado en torno al Sol.
El ciclo de traslación lunar sideral se denomina comúnmente como
una “Luna” y se redondea culturalmente a 28 dias, mientras que el ciclo de revolución
sinódico se lo denomina “mes lunar o lunación” y se suele redondear
culturalmente a 30 dias su valor, aunque astronómicamente se mantiene su valor
exacto de 29 días con 12 hs y 44 min expresado en días solares medios.
Si bien el movimiento de la Luna con respecto al fondo de
las estrellas indicaría aparentemente su
verdadero ciclo de traslación, comprendemos que todo en el cosmos se encuentra
en movimiento, por consiguiente como todos los puntos de referencias no se
encuentran estáticos, dan estos la posibilidad de optar por uno u otro
dependiendo de los parámetros que nosotros quisiéramos relacionar o
sincronizar.
La revolución sinódica es tenida en cuenta para la medición
de los cambios de iluminación de la superficie lunar conocidos como “Fases lunares”, para el cálculo astronómico
de los posibles eclipses y para tener mayor exactitud en la predicción de las
mareas lunisolares.
· Revolución sinódica: es el intervalo de tiempo necesario para
que la Luna vuelva a tener una posición análoga con respecto al Sol y a la Tierra. Su duración es
de 29 d 12 h 44 min 2,78 s ó 29,53 dias solares medios.
· Revolución sideral: es el intervalo de tiempo que le toma a la
Luna volver a tener una posición análoga con respecto a las estrellas. Su
duración es de 27 d 7 h 43 min 11,5 s.
·
Revolución trópica: es el lapso necesario para que la Luna vuelva a tener igual
longitud celeste. Su duración es de 27 d 7 h
43 min 4,7 s.
· Revolución
draconítica: es el tiempo que tarda la
Luna en pasar dos veces consecutivas por el nodo ascendente. Su duración es de
27 d 5 h 5 min 36 s.
. Revolución
anomalística: es el intervalo de tiempo que transcurre entre 2 pasos
consecutivos de la Luna por el perigeo. Su duración es de 27 d 13 h
18 min 33 s.
Fases lunares
Según la disposición de la Luna, la Tierra y el Sol, se ve
iluminada una mayor o menor porción de la superficie de la luna. Debido a que
la Luna no posee luz propia, el aspecto
visible que tenemos de ella está ligado directamente a la forma en la que su
superficie se ve irradiada por la luz solar.
A medida que la Luna se traslada alrededor de la Tierra la
superficie lunar se va iluminando en diferentes grados, ya que la Tierra se
interpone entre esta y el Sol tapando la radiación solar.
El aspecto que va presentando la superficie de la Luna a lo
largo de un mes se lo distingue en 8 etapas u octantes conocidos como “Fases”, suelen
nombrarse y tenerse en cuenta más comúnmente las cuatro fases o cuadrantes principales
conocidos como: “Luna Nueva o Novilunio,
Cuarto Creciente, Luna Llena o Plenilunio y Cuarto Menguante”.
Por otro lado entre cada octante se da lugar a 3,69 días solares
medios, este periodo no es tomado con importancia alguna en la sociedad, pero
más adelante veremos que tiene muchísima relación con varios efectos de la
impronta astrológica a nivel psico - biológico.
Cada fase principal está separada por un periodo de 7,38
días solares medios que se denomina
“Semana” y su valor práctico es redondeado a 7 días. Un mes sidéreo o
sinódico esta compuesto casi exactamente por 4 semanas.
Las etapas intermedias entre una fase principal
y otra son denominadas como “Luna Nueva Visible, Luna Gibosa Creciente,
Luna Gibosa Menguante, Luna Menguante”
(popularmente a estas etapas no se les suele llamar fases sino que solamente se
las denomina como 1°,2°,3° ó 4° octante y ya se sabe que se hace referencia a
las fases intermedias de las fases principales)
1- Luna Nueva:
Cuando la Luna se encuentra en conjunción con el Sol, es decir por delante de la
Tierra y frente al Sol ocurre esta fase. Debido a que la misma se encuentra
oculta en el resplandor solar es imposible verla, a menos que se den las
condiciones en la que su órbita coincida con la órbita terrestre en dicho
punto, dando lugar a un eclipse total de Sol (debido a que los diámetros
angulares del Sol y la Luna son similares, se da la posibilidad que la Luna
Tape completamente el Disco solar dando lugar a un eclipse).
2- Luna Nueva Visible: Es la primera aparición de la luna
después de luna nueva. Puede observarse después de 18 o 30 hs de haberse
producido la posición de la luna nueva. Su forma será similar a una pequeña
guadaña.
3- Cuarto
Creciente: En cuarto creciente se puede observar la mitad de la
superficie lunar, debido a que la luna se encuentra en cuadratura con respecto
a la Tierra y el Sol. Se puede apreciar a partir del comienzo de la tarde teniendo
su ocaso a medianoche y su forma será similar a un semicírculo.
5- Luna Llena: Debido a que la luna se encuentra en oposición al Sol, toda su superficie apreciable desde la Tierra se ve iluminada, por consiguiente su forma visible es la de un círculo. Esta luna marca la mitad de un mes lunar (14 días, 18 horas, 21 minutos 36 segundos).
6- Luna Gibosa Menguante: Pasada ya la fase correspondiente a la Luna Llena, la parte luminosa de la Luna comenzará a menguar con el correr de los días, tomando así de nuevo una apariencia de una Luna-Cóncava (gibosa) esta vez en su fase decreciente
7- Cuarto Menguante: Exactamente igual que el Cuarto Creciente, pero en sentido contrario. Esta fase lunar corresponde al periodo de días durante el cual es posible observar a la Luna en el cielo durante las horas de la mañana.
8- Luna Menguante: Conocida también como "Luna Vieja" ya que es idéntica a la Luna Nueva Visible, pero en sentido opuesto. La Luna Menguante sólo es posible verla de madrugada, hacia el Este, justo por encima de la Aurora o Alba y antes de que salga el Sol. Tiene apariencia de pequeña guadaña.
9- Corresponde a la última fase lunar que da inicio ya a un nuevo ciclo, se la suele denominar como” luna negra”. Dependiendo de cuán cerca la Luna pase sobre la línea-eje entre la Tierra y el Sol, la Luna negra podrá durar entre 1,5 hasta 3,5 días. La fase de Luna nueva ocurre justo en el medio de este período, cuando la Luna y el Sol están en conjunción exacta.
Cabe aclarar que las fases lunares son iguales para ambos hemisferios del planeta. Estas no se encuentran invertidas como las estaciones del año o los días y las noches, ya que la parte de la superficie lunar que se va iluminando es la misma para todos en la Tierra.
Lo que si ocurre es el cambio en la apreciación del sentido en el cual se va iluminando la superficie lunar, para los diferentes observadores en los distintos hemisferios. Desde el hemisferio norte se podrá apreciar a la luna creciendo y decreciendo en sentido de derecha a izquierda, mientras que por el contrario en el hemisferio sur la luna crecerá o decrecerá de izquierda a derecha; siempre en ambos casos viéndola de frente.
Por otro lado en la zona del ecuador la Luna tomara forma de “U” respecto al horizonte durante su periodo de luna creciente y lo mismo invertido en fase menguante, por lo cual crecerá o decrecerá de abajo hacia arriba.
Esta particularidad en la apreciación de las fases lunares se da debido a la posición de observación que nos da el ángulo de inclinación que presenta la Tierra con respecto a la órbita lunar.
Fases lunares vistas desde un punto fijo en el hemisferio
sur.
Existe si astronómicamente una leve diferencia en el porcentaje de superficie iluminada que se ve desde un hemisferio u otro y se da debido a un efecto llamado “Libración”, que veremos más adelante.
Analizando la órbita de la luna
La trayectoria lunar al contrario de lo que pareciese, es una de las orbitas más complejas de analizar, el hecho de que la misma se encuentre tan cercana a la Tierra hace que sean perceptibles muchas desviaciones que en cuerpos celestes más alejados no se apreciarían.
A causa de la acción de la fuerza gravitatoria del Sol principalmente (que es más del doble de la que ejerce la Tierra), de la Tierra y los demás planetas, la trayectoria lunar sufre varias perturbaciones periódicas, y de ahí surge su complejidad. Estas perturbaciones modifican la ubicación de los principales elementos de la órbita: apogeo y perigeo, excentricidad, oblicuidad, nodos, etc.
Para empezar a referenciarnos podemos observar que la órbita de la luna alrededor de la Tierra se encuentra inclinada respecto al “Plano de la Ecliptica” (orbita Tierra- Sol), por lo cual esto hace que solo en dos puntos de su trayectoria la misma corte dicho plano. Estos dos puntos se llaman “Nodos” y son los principales referenciadores de la orbita.
El plano de la órbita está inclinado en promedio respecto al plano de la eclíptica en unos 5°09´, y varia de 4°58´ a 5°20´ en un periodo aproximado a 6 meses.
Por otro lado debido a que en cada revolución la Luna varía constantemente su posición en longitud con respecto al Sol, los cambios en la atracción solar producen otra perturbación denominada “Evección”.
La evección hace que la orbita manifieste deformaciones periódicas, generando un desplazamiento del perigeo y una variación de la excentricidad orbital de 0,044 a 0,067 en un período de casi 32 días (mas exactamente 31 días, 19 horas y 26 minutos).
En el caso del desplazamiento del perigeo, el mismo completa una vuelta en el sentido del movimiento de la Luna, en un periodo de 8,5 años...
A causa de la variación de la oblicuidad y la evección, la posición de los nodos cambia constantemente. En cada revolución de la Luna alrededor de la Tierra, los nodos se desplazan 1°.5 hacia el encuentro del movimiento de la propia luna, es decir en sentido horario, por lo cual al transcurrir un mes sidéreo la Luna nunca regresa a su posición anterior, sino que toda nueva revolución la hará en una posición levemente distinta. Recién después de 18,61 años los nodos retornan a su posición inicial por lo cual la órbita lunar ocupa nuevamente su posición anterior. Este movimiento de retrogradación se denomina “Revolución de los nodos lunares”.
Antiguamente este periodo de Tiempo era denominado “Saros” y surgía aproximadamente al predecir la cantidad de eclipses que ocurrirían hasta que la Luna volvía a retomar su idéntica posición en relación al Sol y la Tierra. Un saros es un periodo de 223 meses sinódicos y es el equivalente a 18,1 años.
Una particularidad de este ciclo, apreciandolo desde la observación de los eclipses lunares y solares, es que cada 54 años y 33 días, es decir cada un periodo compuesto de 3 ciclos Saros, la localización de los eclipses ocurre en la misma ubicación vista desde la Tierra. A este fractal de tiempo se lo denomina "Exeligmos".
Estudiando profundamente el ciclo de saros, y la obervacion de los eclipses, aparecen ciertas particularidades de los mismos que solo se repiten en un determinado periodo de tiempo.
Cada una determinada cantidad de tiempo, se da que los eclipses ocurren casi indenticamente, llamándose a estos eclipses homólogos.
... "Puesto que de un saros al siguiente las condiciones de un eclipse cambian ligeramente, hay eclipses de poca fase que en el saros siguiente ya no son eclipses y por lo tanto se dice que el eclipse «muere». Si un eclipse no tiene homólogo en el saros precedente se dice que ha «nacido»".
..."Entre el nacimiento y la muerte de un eclipse homólogo trascurren 1200 años, en que el eclipse existe en el saros primero como un eclipse pequeño que va creciendo, hasta alcanzar una madurez de grandes eclipses y luego va disminuyendo hasta que se vuelve decrépito y muere.
..."Actualmente estamos en unos saros pobres (no alcanzan la media) y los próximos todavía lo serán más. Con el transcurso del tiempo evolucionaran alcanzando la media y luego la sobrepasarán, todo ello con un ciclo de unos 600 años"...
Traslación de la Luna alrededor del Sol
Al trasladarse la Tierra alrededor del Sol arrastra por consiguiente a la Luna. Durante el transcurso de un año la Luna efectua alrededor de la Tierra y en torno al Sol 13 revoluciones siderales o 12 meses lunares y 1/3.
Tomando en cuenta meses sinódicos de 28 días con sus respectivas 4 periodos de 7 dias o semanas entre fases principales, en un año se dan lugar a 52 semanas obteniéndose un total de 364 dias (7 x 52 = 364) y restando un día libre para marcar el final de un ciclo y el inicio de otro.
Si analizamos la forma de la trayectoria que describe la luna girando alrededor de la Tierra y trasladándose en torno al sol, veremos que tomando un punto determinado, su traza continua describe un patrón en forma de espiral.
..."Entre el nacimiento y la muerte de un eclipse homólogo trascurren 1200 años, en que el eclipse existe en el saros primero como un eclipse pequeño que va creciendo, hasta alcanzar una madurez de grandes eclipses y luego va disminuyendo hasta que se vuelve decrépito y muere.
..."Actualmente estamos en unos saros pobres (no alcanzan la media) y los próximos todavía lo serán más. Con el transcurso del tiempo evolucionaran alcanzando la media y luego la sobrepasarán, todo ello con un ciclo de unos 600 años"...
Traslación de la Luna alrededor del Sol
Al trasladarse la Tierra alrededor del Sol arrastra por consiguiente a la Luna. Durante el transcurso de un año la Luna efectua alrededor de la Tierra y en torno al Sol 13 revoluciones siderales o 12 meses lunares y 1/3.
Tomando en cuenta meses sinódicos de 28 días con sus respectivas 4 periodos de 7 dias o semanas entre fases principales, en un año se dan lugar a 52 semanas obteniéndose un total de 364 dias (7 x 52 = 364) y restando un día libre para marcar el final de un ciclo y el inicio de otro.
Si analizamos la forma de la trayectoria que describe la luna girando alrededor de la Tierra y trasladándose en torno al sol, veremos que tomando un punto determinado, su traza continua describe un patrón en forma de espiral.
2. Rotación:
La Luna siempre está dirigida hacia la Tierra con una misma cara, con un mismo hemisferio, pues gira alrededor de su eje con el mismo periodo y en la misma dirección que se traslada alrededor de la Tierra, es decir, el día sidéreo en la Luna es de 27,32 días terrestres medios.
Esto se debe a que la Tierra, por un efecto llamado gradiente gravitatorio, ha frenado completamente a la Luna, generando que la misma se encuentre en relación síncrona con la Tierra. La mayoría de los satélites regulares presentan este fenómeno respecto a sus planetas.
El eje de rotación de la Luna está inclinado respecto a plano de la órbita Lunar en un ángulo de 83°23´, variando entre los límites desde 83°10´ hasta 83°31´.
Así, el plano del ecuador lunar forma con el plano de la órbita lunar un ángulo de 6°41´ y de 1°30´ con el plano de la eclíptica. Con esto, el plano de la eclíptica yace entre los planos del ecuador lunar y de la órbita de la luna, y los tres planos se cortan en una misma recta.
En
cada momento dado desde la Tierra se ve exactamente la mitad de la superficie
de la Luna, pero las observaciones duraderas permiten estudiar casi el 60 % de
su superficie debido a los fenómenos conocidos como "libraciones".
3. Libración:
Debido a la excentricidad de la órbita lunar, la inclinación del eje de rotación de la Luna con respecto al plano de la eclíptica y al movimiento de rotación de la Tierra en el curso de una revolución sideral, se logra ver, desde la Tierra, un 59% de la superficie de la Luna -en vez del 50%-, como si estuviese animado de ligeros balanceos de este a oeste y de norte a sur. Estos movimientos aparentes se conocen con el nombre de libraciones.
- Libración en longitud
Se debe a que el movimiento de rotación de la Luna es uniforme mientras que su velocidad angular no lo es. Es máxima en el perigeo y mínima en el apogeo. Debido a esa Libración el satélite tiene un balanceo de oriente a poniente, gracias al cual se logra ver la superficie convexa correspondiente a la de un huso de 7°.
- Libración en latitud
Es debido a la inclinación del eje de rotación de la Luna con respecto al plano de su órbita y a la eclíptica. Dicho eje forma un ángulo de 88° 30’ con el plano de la eclíptica y como el de la órbita lunar es de 5° con respecto a la eclíptica, entonces el ángulo formado con el eje de rotación de la Luna con el plano de su órbita es de 6° 30’. Por lo tanto, no solo pueden verse el polo norte y el polo sur de la Luna sino que se logra ver 6° 30’ más allá del polo sur. Esta libración es una especie de cabeceo de norte a sur en un tiempo que no es igual a una revolución sideral pues es de 27,2 días.
- Libración diurna
Se debe al hecho de que el radio terrestre no tiene una cantidad despreciable con respecto a la distancia a la Luna. El valor de esta libración es de casi un grado, valor aproximado a su grado de paralaje.
Movimientos del Sistema Solar
Introducción
Nuestro planeta al igual que todos los seres, forma parte de un conjunto con determinadas características y con un propósito común.
El planeta Tierra forma parte del denominado “Sistema Solar”, un conjunto de planetas y demás objetos astronómicos que rotan entorno a un centro de emanación, siendo para este caso el “Sol” su centro, por tal motivo el sistema lleva su nombre.
El Sol es la fuente de emanación más cercana de la que nos encontramos, por consiguiente la mayor parte de la energía proviene de él, siendo la base fundamental de toda forma de vida en este sistema.
Por si solo el Sol representa el 99,86% de la masa del sistema solar, por tal motivo la fuerza de gravedad producto de su enorme masa obliga a todos los cuerpos cercanos a girar en torno a él, así es que junto a todos los cuerpos celestes que orbitan a su alrededor componen el sistema solar.
El campo magnético del Sol junto con los Iones que despide de su atmosfera, a través del viento solar, generan una burbuja que envuelve a todo el sistema solar protegiéndolo de las intensas radiaciones externas; esta burbuja recibe el nombre de "Heliosfera"(Heliosphere) y contiene dentro de ella el sistema solar, mientras que por fuera se encuentra el “Espacio o Medio Interestelar” (Interstellar Medium).
La principal función de la heliosfera es proteger a todo el sistema solar de la intensa radiación de los rayos cósmicos, procedentes del centro de la galaxia, y de la acción del viento interestelar.
Mas allá del frente de choque de terminación, la heliosfera impone un límite que establece el espacio de hasta donde la burbuja se encuentra en contacto con el medio interestelar, este límite recibe el nombre de “Heliopausa” (Heliopause).
Entre el frente de choque y la heliopausa existe una capa que separa ambas regiones, que se denomina “Heliofunda” (Heliosheath). Esta también esta compuestas de partículas del viento solar pero comprimidas.
Analizando el grafico representativo, bajo una escala de medición astronómica, podemos apreciar que el “Frente de choque de terminación” se extiende desde unas 70 a 90 UA del Sol, mientras que la heliofunda de 80 a 100 UA
Rayos Cósmicos: Los rayos cósmicos son partículas subatómicas procedentes del espacio exterior cuya energía, debido a su gran velocidad, es muy elevada. Los rayos cósmicos que alcanzan la atmósfera terrestre en su capa superior, son principalmente (98%) protones y “Partículas Alfa” de alta energía. El resto está constituido por electrones y partículas pesadas ionizadas. A éstas se les denomina partículas primarias.
Tales partículas cargadas interaccionan con la atmósfera y el campo magnético terrestre, se convierten en partículas secundarias (son producto de la interacción de las partículas primarias con la atmósfera) y se distribuyen de tal modo que, debido al campo magnético, la mayor intensidad de las partículas que alcanzan el suelo ocurre en los polos.
Medio Interestelar: Es el contenido de materia y energía que existe entre las estrellas dentro de una galaxia. Es una mezcla heterogénea de átomos, moléculas, polvo y rayos cósmicos envueltos en un campo magnético. La materia está compuesta a su vez de alrededor de un 99% en masa por partículas de gas y un 1% por polvo.
El medio interestelar suele dividirse en tres fases, dependiendo de la temperatura del gas: muy caliente (millones de kelvin), caliente (miles de kelvin), y frío (decenas de kelvin).
La composición química del gas, de acuerdo a la nucleosíntesis primordial, es de un 90.8% en número (70.4% en masa) de hidrógeno, un 9.1% (28.1%) de helio y un 0.12% (1.5%) de elementos más pesados, comúnmente llamados metales en la jerga astrofísica. Una fracción significativa de estos metales condensan en forma de granos de polvo en las regiones más densas y frías del medio interestelar.
Las nubes de gas y polvo que se interponen en el recorrido de la luz de las estrellas hacia nuestro sistema planetario producen oscurecimiento interestelar dando la falsa impresión de que nuestro Sistema Solar se encuentra cercano del centro de la galaxia.
Viento Interestelar: Es el resultado del movimiento propio de la materia y energía que compone el medio interestelar. Estos movimientos son causados por las acciones y reacciones de toda índole que ocurren en la galaxia, y dan lugar a una especie de viento o corriente de gases con partículas en suspensión proveniente de la agitación del medio o espacio interestelar.
Ahora que ya conocemos los límites del sistema solar podemos observar, dentro de la heliosfera, su constitución interna…
El sistema solar está compuesto obviamente en primer lugar por el Sol , seguido de 8 Planetas, 5 Planetas Enanos y una gran cantidad de Cuerpos Menores que constituyen principalmente dos zonas bien marcadas de mayor densidad, denominadas como: Cinturón de Asteroides y Cinturón de Kuiper. Existen otras zonas con cuerpos pero más dispersos, como el Disco Disperso.
Planetas y Planetas Enanos: Son cuerpos celestes que orbitan alrededor de una estrella o remanente de ella. Tiene suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuma una forma en equilibrio hidrostático (prácticamente esférica.
Lo que los diferencia a ambos, es que los planetas han limpiado la vecindad de su órbita de planetesimales, es decir tienen dominancia orbital, mientras que los planetas enanos no han limpiado la vecindad de su órbita. Otra característica de los planetas enanos es que no son satélites de un planeta u otro cuerpo estelar.
El Cinturón de Asteroides es una región del sistema solar comprendida a una distancia de entre 2 y 3,5 UA, ubicada entre las orbitas de los planetas Marte y Júpiter, que alberga una multitud de cuerpos menores de diferente masa que orbitan alrededor del Sol. Esta región también se denomina cinturón principal con la finalidad de distinguirla de otras agrupaciones dentro del Sistema Solar, como el Cinturón de Kuiper o el disco disperso.
Meteoroide: Un meteoroide es un cuerpo menor del Sistema Solar de, aproximadamente, entre 100 µm hasta 50 m (de diámetro máximo). El límite superior de tamaño, 50 m, se emplea para diferenciarlo de los cometas y de los asteroides, mientras que el límite inferior de tamaño, 100 µm, se emplea para diferenciarlo del polvo cósmico, no obstante, los límites de tamaño no suelen usarse muy estrictamente siendo ambigua la designación de los objetos que se encuentren cercanos a estos límites.
Más de la mitad de la masa total del cinturón está contenida en los cinco objetos de mayor masa que posee y entre los cuales se encuentra el Planeta enano Ceres.
Entre los cuerpos del disco disperso se halla el más grande de los Planetas enanos: Eris, que con un diámetro de 2400 km supera en tamaño a Plutón.
Eris posee una órbita bastante particular, por ejemplo…
De los planetas enanos es el más alejado en orbitar el Sistema solar, en su afelio se encuentra a 97 UA del Sol, bastante alejado, mientras que en su perihelio esta a 35 UA del Sol. Por otro lado tiene un periodo orbital de 557 años y una inclinación orbital de 44° respecto a la eclíptica, todo esto lo hace muy difícil de ubicar dentro de las observaciones astronómicas normales.
Sistema Solar Interior y Exterior
Astronómicamente se suele separar o diferenciar al sistema solar en dos regiones…
La primera se denominada “Sistema Solar Interior”, y es la región astronómica que se ubica entre el Sol y el Cinturón Principal o de Asteroides. Esta región contiene la órbita de los planetas Mercurio, Venus, Tierra, Marte y también a la del planeta enano Ceres y muchos de los cuerpos menores que componen el cinturón.
Los cuatro planetas interiores de nuestro sistema planetario, que son de tipo terrestre, tienen composiciones densas y rocosas, pocas lunas o ninguna, y no hay sistemas de anillos. Se componen en gran parte de minerales refractarios, tales como los silicatos, que forman costras y sus mantos, y metales tales como el hierro y el níquel, que forman sus núcleos. Tres de los cuatro planetas interiores (Venus, la Tierra y Marte) tienen suficiente atmósfera para generar clima, todos tienen cráteres de impacto y características tectónicas de la superficie como valles y volcanes.
Por otro lado, a partir del cinturón de asteroides y hasta el borde exterior del Cinturón de Kuiper se encuentra el "Sistema Solar Exterior". Esta región astronómica contiene la órbita de los planetas Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y además las de todos los planetas enanos.
Es una región muchísimo más extensa que la del sistema solar interior, ya que en comparación el radio de la región del sistema interior es más corto que la distancia existente entre los planetas exteriores Júpiter y Saturno.
También hay diferencia en la composición de los planetas, ya que principalmente estos son gigantes gaseosos.
Debido a su mayor distancia del Sol, los objetos sólidos del Sistema Solar exterior contienen una mayor proporción de sustancias volátiles (como el agua, el amoníaco y el metano) que los objetos rocosos del Sistema Solar interior, ya que las temperaturas más frías hacen que estos compuestos permanezcan en estado sólido.
En esta región también hay en órbita muchos cometas de período corto, como son los centauros y algunos otros de largo periodo pertenecientes al disco disperso y más allá. Todos los cuerpos que orbiten en la región del sistema solar exterior, que posean un gran porcentaje de su órbita fuera de los límites del cinturón de Kuiper o tengan afelios mayores a 100 UA, es decir que orbiten mas allá del límite establecidos por la Heliosfera, no pertenecen al sistema solar.
Introducción
…”Como toda estrella, el Sol posee una forma esférica, y a causa de su lento movimiento de rotación, tiene también un leve achatamiento polar. Como en cualquier cuerpo masivo, toda la materia que lo constituye es atraída hacia el centro del objeto por su propia fuerza gravitatoria. Sin embargo, el plasma que forma el Sol se encuentra en equilibrio, ya que la creciente presión en el interior solar compensa la atracción gravitatoria, lo que genera un equilibrio hidrostático.
Estas enormes presiones se producen debido a la densidad del material en su núcleo y a las enormes temperaturas que se dan en él gracias a las reacciones termonucleares que allí acontecen. Existe, además de la contribución puramente térmica, una de origen fotónico. Se trata de la presión de radiación, nada despreciable, que es causada por el ingente flujo de fotones emitidos en el centro del Sol.
Casi todos los elementos químicos terrestres han sido identificados en la constitución del astro rey, por lo que se ha concluido que, si nuestro planeta se calentara hasta la temperatura solar, tendría un espectro luminoso casi idéntico al Sol.
El Sol presenta una estructura en capas esféricas o en "capas de cebolla". La frontera física y las diferencias químicas entre las distintas capas son difíciles de establecer. Sin embargo, se puede determinar una función física que es diferente para cada una de las capas. En la actualidad, la astrofísica dispone de un modelo de estructura solar que explica satisfactoriamente la mayor parte de los fenómenos observados”…
Según este modelo, el Sol está formado por: 1) núcleo, 2) zona radiante, 3) zona convectiva, 4) fotosfera, 5) cromosfera, 6) corona, 7) manchas solares, 8) granulación y 9) viento solar.
UA ó AU: Unidad Astronómica, es una unidad de longitud igual por definición a 149.597.870.700 metros, y que equivale aproximadamente a la distancia media entre el planeta Tierra y el Sol.
A medida que el sistema solar se desplaza por el espacio interestelar (lo hace a una velocidad de 20 km/s) la heliosfera va rozando con el mismo, conformando a su paso un “Arco de Choque” (Bow Shock) en su frente; y dejando a sus espaldas, al igual que la cola de un cometa, una estela que es arrastrada consigo misma, recibiendo esta el nombre de “Heliocauda”.
El arco de choque se extiende hasta 250 UA aproximadamente, mientras que la Heliocauda o cola puede llegar alcanzar hasta unas 1000 UA de longitud.
A medida que el sistema solar se desplaza por el espacio interestelar (lo hace a una velocidad de 20 km/s) la heliosfera va rozando con el mismo, conformando a su paso un “Arco de Choque” (Bow Shock) en su frente; y dejando a sus espaldas, al igual que la cola de un cometa, una estela que es arrastrada consigo misma, recibiendo esta el nombre de “Heliocauda”.
El arco de choque se extiende hasta 250 UA aproximadamente, mientras que la Heliocauda o cola puede llegar alcanzar hasta unas 1000 UA de longitud.
Rayos Cósmicos: Los rayos cósmicos son partículas subatómicas procedentes del espacio exterior cuya energía, debido a su gran velocidad, es muy elevada. Los rayos cósmicos que alcanzan la atmósfera terrestre en su capa superior, son principalmente (98%) protones y “Partículas Alfa” de alta energía. El resto está constituido por electrones y partículas pesadas ionizadas. A éstas se les denomina partículas primarias.
Tales partículas cargadas interaccionan con la atmósfera y el campo magnético terrestre, se convierten en partículas secundarias (son producto de la interacción de las partículas primarias con la atmósfera) y se distribuyen de tal modo que, debido al campo magnético, la mayor intensidad de las partículas que alcanzan el suelo ocurre en los polos.
Medio Interestelar: Es el contenido de materia y energía que existe entre las estrellas dentro de una galaxia. Es una mezcla heterogénea de átomos, moléculas, polvo y rayos cósmicos envueltos en un campo magnético. La materia está compuesta a su vez de alrededor de un 99% en masa por partículas de gas y un 1% por polvo.
El medio interestelar suele dividirse en tres fases, dependiendo de la temperatura del gas: muy caliente (millones de kelvin), caliente (miles de kelvin), y frío (decenas de kelvin).
La composición química del gas, de acuerdo a la nucleosíntesis primordial, es de un 90.8% en número (70.4% en masa) de hidrógeno, un 9.1% (28.1%) de helio y un 0.12% (1.5%) de elementos más pesados, comúnmente llamados metales en la jerga astrofísica. Una fracción significativa de estos metales condensan en forma de granos de polvo en las regiones más densas y frías del medio interestelar.
Las nubes de gas y polvo que se interponen en el recorrido de la luz de las estrellas hacia nuestro sistema planetario producen oscurecimiento interestelar dando la falsa impresión de que nuestro Sistema Solar se encuentra cercano del centro de la galaxia.
Viento Interestelar: Es el resultado del movimiento propio de la materia y energía que compone el medio interestelar. Estos movimientos son causados por las acciones y reacciones de toda índole que ocurren en la galaxia, y dan lugar a una especie de viento o corriente de gases con partículas en suspensión proveniente de la agitación del medio o espacio interestelar.
Ahora que ya conocemos los límites del sistema solar podemos observar, dentro de la heliosfera, su constitución interna…
El sistema solar está compuesto obviamente en primer lugar por el Sol , seguido de 8 Planetas, 5 Planetas Enanos y una gran cantidad de Cuerpos Menores que constituyen principalmente dos zonas bien marcadas de mayor densidad, denominadas como: Cinturón de Asteroides y Cinturón de Kuiper. Existen otras zonas con cuerpos pero más dispersos, como el Disco Disperso.
Los 8 Planetas principales ordenados respecto a su distancia con el Sol, de menor a mayor, son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Los 5 Planetas Enanos son: Ceres, Plutón, Haumea, Makemake y Eris. Estos últimos cuatro se encuentran más allá de la órbita del planeta Neptuno, por lo cual se los denomina además objetos transneptunianos. Mientras que Ceres se ubica entre los planetas Marte y Júpiter.
Los 5 Planetas Enanos son: Ceres, Plutón, Haumea, Makemake y Eris. Estos últimos cuatro se encuentran más allá de la órbita del planeta Neptuno, por lo cual se los denomina además objetos transneptunianos. Mientras que Ceres se ubica entre los planetas Marte y Júpiter.
Planetas y Planetas Enanos: Son cuerpos celestes que orbitan alrededor de una estrella o remanente de ella. Tiene suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuma una forma en equilibrio hidrostático (prácticamente esférica.
Lo que los diferencia a ambos, es que los planetas han limpiado la vecindad de su órbita de planetesimales, es decir tienen dominancia orbital, mientras que los planetas enanos no han limpiado la vecindad de su órbita. Otra característica de los planetas enanos es que no son satélites de un planeta u otro cuerpo estelar.
El Cinturón de Asteroides es una región del sistema solar comprendida a una distancia de entre 2 y 3,5 UA, ubicada entre las orbitas de los planetas Marte y Júpiter, que alberga una multitud de cuerpos menores de diferente masa que orbitan alrededor del Sol. Esta región también se denomina cinturón principal con la finalidad de distinguirla de otras agrupaciones dentro del Sistema Solar, como el Cinturón de Kuiper o el disco disperso.
Asteroide: (en griego significa: “Figura de estrella) Un asteroide es un cuerpo rocoso, carbonáceo o metálico más pequeño que un planeta y mayor que un meteoroide, que orbita alrededor del Sol en una órbita interior a la de Neptuno.
Meteoroide: Un meteoroide es un cuerpo menor del Sistema Solar de, aproximadamente, entre 100 µm hasta 50 m (de diámetro máximo). El límite superior de tamaño, 50 m, se emplea para diferenciarlo de los cometas y de los asteroides, mientras que el límite inferior de tamaño, 100 µm, se emplea para diferenciarlo del polvo cósmico, no obstante, los límites de tamaño no suelen usarse muy estrictamente siendo ambigua la designación de los objetos que se encuentren cercanos a estos límites.
Más de la mitad de la masa total del cinturón está contenida en los cinco objetos de mayor masa que posee y entre los cuales se encuentra el Planeta enano Ceres.
Ceres, Palas, Vesta, Higia y Juno, son los objetos de mayor tamaño, pero Ceres es el más masivo de todos y el único Planeta enano del cinturón, con un diámetro de 950 km y una masa del doble que Palas y Vesta juntos.
La mayoría de cuerpos que componen el cinturón son mucho más pequeños. El material del cinturón, apenas un 4 % de la masa de la Luna, se encuentra disperso por todo el volumen de la órbita, por lo que sería muy difícil chocar con uno de estos objetos en caso de atravesarlo.
El Cinturón de Kuiper es un conjunto de cuerpos de cometa que orbitan alrededor del Sol y que se encuentran mas allá de la órbita de Neptuno, por lo que pertenecen al grupo de los llamados “objetos transneptunianos”. El Cinturón de Kuiper es la fuente de cometas de corto periodo del sistema solar.
Los objetos del cinturón tienen órbitas situadas entre unas 30 y 50 UA del Sol. Orbitan sobre el plano de la eclíptica, aunque sus inclinaciones pueden ser bastante elevadas.
Algunos objetos o cuerpos están en resonancia orbital con Neptuno: sus periodos orbitales son fracciones enteras del periodo orbital de Neptuno. Los objetos en resonancia 1:2 y 2:3 se denominan plutinos.
El cinturón alberga en el siguiente orden, de mayor menor a mayor lejanía del Sol, a los planetas enanos: Plutón, Haumea y Makemake. De estos tres el único que se encuentra en resonancia con Neptuno es Plutón, por tal motivo además pasa a ocupar la clasificación de Plutino.
A medida que nos alejamos hacia las afueras del sistema solar, la densidad de objetos en el cinturón decrece drásticamente, poniendo fin a este aglomerado en una zona denominada “Acantilado de Kuiper”.
La mayoría de cuerpos que componen el cinturón son mucho más pequeños. El material del cinturón, apenas un 4 % de la masa de la Luna, se encuentra disperso por todo el volumen de la órbita, por lo que sería muy difícil chocar con uno de estos objetos en caso de atravesarlo.
Los objetos del cinturón tienen órbitas situadas entre unas 30 y 50 UA del Sol. Orbitan sobre el plano de la eclíptica, aunque sus inclinaciones pueden ser bastante elevadas.
Cometa: Los cometas son cuerpos celestes constituidos por hielo, polvo y rocas que orbitan alrededor del Sol siguiendo diferentes trayectorias elípticas, parabólicas o hiperbólicas.
Algunos objetos o cuerpos están en resonancia orbital con Neptuno: sus periodos orbitales son fracciones enteras del periodo orbital de Neptuno. Los objetos en resonancia 1:2 y 2:3 se denominan plutinos.
El cinturón alberga en el siguiente orden, de mayor menor a mayor lejanía del Sol, a los planetas enanos: Plutón, Haumea y Makemake. De estos tres el único que se encuentra en resonancia con Neptuno es Plutón, por tal motivo además pasa a ocupar la clasificación de Plutino.
A medida que nos alejamos hacia las afueras del sistema solar, la densidad de objetos en el cinturón decrece drásticamente, poniendo fin a este aglomerado en una zona denominada “Acantilado de Kuiper”.
Centauros: Se denominan asteroides centauros a los que se encuentran en la parte exterior del Sistema Solar, es decir más allá del cinturón principal, orbitando entre los grandes planetas.
Después del acantilado existe otra serie de cuerpos menores no agrupados que constituyen una región del sistema solar denominada “Disco Disperso o Difuso”. La parte interna de esta región solapa con la parte externa del cinturón de Kuiper, extendiéndose desde allí varias UA más. Muchos de estos objetos poseen semiejes mayores de más de 50UA e inclinaciones muy por encima y por debajo de la eclíptica, llegando algunos hasta los 78° respecto a la misma; por estas distancias e inclinaciones es que esta zona recibe dicha denominación.
Los objetos del Disco Disperso son en gran cantidad cuerpos helados no muy grandes, en su mayoría ninguno supera los 1000 km de diámetro.
En el siguiente grafico podemos observar las orbitas de los diferentes objetos del disco disperso en vista polar y ecuatorial con respecto a la eclíptica.
Después del acantilado existe otra serie de cuerpos menores no agrupados que constituyen una región del sistema solar denominada “Disco Disperso o Difuso”. La parte interna de esta región solapa con la parte externa del cinturón de Kuiper, extendiéndose desde allí varias UA más. Muchos de estos objetos poseen semiejes mayores de más de 50UA e inclinaciones muy por encima y por debajo de la eclíptica, llegando algunos hasta los 78° respecto a la misma; por estas distancias e inclinaciones es que esta zona recibe dicha denominación.
Los objetos del Disco Disperso son en gran cantidad cuerpos helados no muy grandes, en su mayoría ninguno supera los 1000 km de diámetro.
En el siguiente grafico podemos observar las orbitas de los diferentes objetos del disco disperso en vista polar y ecuatorial con respecto a la eclíptica.
Entre los cuerpos del disco disperso se halla el más grande de los Planetas enanos: Eris, que con un diámetro de 2400 km supera en tamaño a Plutón.
Eris posee una órbita bastante particular, por ejemplo…
De los planetas enanos es el más alejado en orbitar el Sistema solar, en su afelio se encuentra a 97 UA del Sol, bastante alejado, mientras que en su perihelio esta a 35 UA del Sol. Por otro lado tiene un periodo orbital de 557 años y una inclinación orbital de 44° respecto a la eclíptica, todo esto lo hace muy difícil de ubicar dentro de las observaciones astronómicas normales.
Sistema Solar Interior y Exterior
Astronómicamente se suele separar o diferenciar al sistema solar en dos regiones…
La primera se denominada “Sistema Solar Interior”, y es la región astronómica que se ubica entre el Sol y el Cinturón Principal o de Asteroides. Esta región contiene la órbita de los planetas Mercurio, Venus, Tierra, Marte y también a la del planeta enano Ceres y muchos de los cuerpos menores que componen el cinturón.
Los cuatro planetas interiores de nuestro sistema planetario, que son de tipo terrestre, tienen composiciones densas y rocosas, pocas lunas o ninguna, y no hay sistemas de anillos. Se componen en gran parte de minerales refractarios, tales como los silicatos, que forman costras y sus mantos, y metales tales como el hierro y el níquel, que forman sus núcleos. Tres de los cuatro planetas interiores (Venus, la Tierra y Marte) tienen suficiente atmósfera para generar clima, todos tienen cráteres de impacto y características tectónicas de la superficie como valles y volcanes.
Por otro lado, a partir del cinturón de asteroides y hasta el borde exterior del Cinturón de Kuiper se encuentra el "Sistema Solar Exterior". Esta región astronómica contiene la órbita de los planetas Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y además las de todos los planetas enanos.
Es una región muchísimo más extensa que la del sistema solar interior, ya que en comparación el radio de la región del sistema interior es más corto que la distancia existente entre los planetas exteriores Júpiter y Saturno.
También hay diferencia en la composición de los planetas, ya que principalmente estos son gigantes gaseosos.
Debido a su mayor distancia del Sol, los objetos sólidos del Sistema Solar exterior contienen una mayor proporción de sustancias volátiles (como el agua, el amoníaco y el metano) que los objetos rocosos del Sistema Solar interior, ya que las temperaturas más frías hacen que estos compuestos permanezcan en estado sólido.
En esta región también hay en órbita muchos cometas de período corto, como son los centauros y algunos otros de largo periodo pertenecientes al disco disperso y más allá. Todos los cuerpos que orbiten en la región del sistema solar exterior, que posean un gran porcentaje de su órbita fuera de los límites del cinturón de Kuiper o tengan afelios mayores a 100 UA, es decir que orbiten mas allá del límite establecidos por la Heliosfera, no pertenecen al sistema solar.
Movimientos del Sol
Introducción
…”Como toda estrella, el Sol posee una forma esférica, y a causa de su lento movimiento de rotación, tiene también un leve achatamiento polar. Como en cualquier cuerpo masivo, toda la materia que lo constituye es atraída hacia el centro del objeto por su propia fuerza gravitatoria. Sin embargo, el plasma que forma el Sol se encuentra en equilibrio, ya que la creciente presión en el interior solar compensa la atracción gravitatoria, lo que genera un equilibrio hidrostático.
Estas enormes presiones se producen debido a la densidad del material en su núcleo y a las enormes temperaturas que se dan en él gracias a las reacciones termonucleares que allí acontecen. Existe, además de la contribución puramente térmica, una de origen fotónico. Se trata de la presión de radiación, nada despreciable, que es causada por el ingente flujo de fotones emitidos en el centro del Sol.
Casi todos los elementos químicos terrestres han sido identificados en la constitución del astro rey, por lo que se ha concluido que, si nuestro planeta se calentara hasta la temperatura solar, tendría un espectro luminoso casi idéntico al Sol.
El Sol presenta una estructura en capas esféricas o en "capas de cebolla". La frontera física y las diferencias químicas entre las distintas capas son difíciles de establecer. Sin embargo, se puede determinar una función física que es diferente para cada una de las capas. En la actualidad, la astrofísica dispone de un modelo de estructura solar que explica satisfactoriamente la mayor parte de los fenómenos observados”…
Según este modelo, el Sol está formado por: 1) núcleo, 2) zona radiante, 3) zona convectiva, 4) fotosfera, 5) cromosfera, 6) corona, 7) manchas solares, 8) granulación y 9) viento solar.
Ciclo de Vida del Sol
…“El Sol se formó hace 4650 millones de años y tiene combustible para 5500 millones más. Después, comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en una gigante roja. Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana blanca, que puede tardar un billón de años en enfriarse.
Se formó a partir de nubes de gas y polvo que contenían residuos de generaciones anteriores de estrellas. Gracias a la metalicidad de dicho gas, de su disco circumestelar surgieron, más tarde, los planetas, asteroides y cometas del Sistema Solar.
En el interior del Sol se producen reacciones de fusión en las que los átomos de hidrógeno se transforman en helio, produciéndose la energía que irradia. Actualmente, el Sol se encuentra en plena secuencia principal, fase en la que seguirá unos 5000 millones de años más quemando hidrógeno de manera estable.
Cada segundo se transforman 700 millones de toneladas de hidrógeno en cenizas de helio, este proceso transforma 5 millones de toneladas de materia en energía, lo que da como resultado que el Sol cada vez se vuelve más liviano.
Llegará un día en que el Sol agote todo el hidrógeno en la región central al haberlo transformado en helio. La presión será incapaz de sostener las capas superiores y la región central tenderá a contraerse gravitacionalmente, calentando progresivamente las capas adyacentes. El exceso de energía producida hará que las capas exteriores del Sol tiendan a expandirse y enfriarse y el Sol se convertirá en una estrella gigante roja.
Cuando la temperatura de la región central alcance aproximadamente 100 millones de kelvin, comenzará a producirse la fusión del helio en carbono mientras alrededor del núcleo se sigue fusionando hidrógeno en helio. Ello producirá que la estrella se contraiga y disminuya su brillo a la vez que aumenta su temperatura, convirtiéndose el Sol en una estrella de la rama horizontal.
Al agotarse el helio del núcleo, se iniciará una nueva expansión del Sol y el helio empezará también a fusionarse en una nueva capa alrededor del núcleo inerte -compuesto de carbono y oxígeno y que por no tener masa suficiente el Sol no alcanzará las presiones y temperaturas suficientes para fusionar dichos elementos en elementos más pesados- que lo convertirá de nuevo en una gigante roja, pero ésta vez de la rama asintótica gigante y provocará que el astro expulse gran parte de su masa en la forma de una nebulosa planetaria, quedando únicamente el núcleo solar que se transformará en una enana blanca y, mucho más tarde, al enfriarse totalmente, en una enana negra.
El Sol no llegará a estallar como una supernova al no tener la masa suficiente para ello”…
Billón: Un billón es el equivalente a 1.000 millones, lo que también es equivalente en nuestra lengua a “1 Millardo”.
Gigante Roja: Una gigante roja es una estrella gigante de masa baja o intermedia (menos de 8-9 masas solares) que, tras haber consumido el hidrógeno en su núcleo durante la etapa de secuencia principal, convirtiéndolo en helio por fusión nuclear, comienza a quemar hidrógeno en una cáscara alrededor del núcleo de helio inerte. Esto tiene como primer efecto un aumento del volumen de la estrella y un enfriamiento de su superficie, por lo que su color se torna rojizo
Enana blanca: Una enana blanca es un remanente estelar que se genera cuando una estrella de masa menor a 9-10 masas solares ha agotado su combustible nuclear. De hecho, se trata de una etapa de la evolución estelar que atravesará el 97% de las estrellas que conocemos, incluido el Sol. Las enanas blancas son, junto a las enanas rojas, las estrellas más abundantes en el universo.
La enana blanca, una vez formada, va enfriándose y apagándose paulatinamente, de un color azul intenso pasará a un color rojizo (enana roja), y después pasará al infrarrojo, con el tiempo la temperatura se igualará con la radiación de fondo del universo hasta, hipotéticamente, terminar siendo una enana negra, y vagar por el espacio indefinidamente.
Enana Negra: Una enana negra es un astro hipotético resultante del consumo completo de la energía térmica de una enana blanca. Sería un cuerpo frío e invisible en el espacio. Se cree que el universo no tiene la suficiente edad para albergar una de estas estrellas, 13.700 millones de años. Encontrar una estrella de este tipo es muy difícil, ya que no emite luz y su emisión de energía es indetectable. Una forma sería detectar su campo gravitatorio
Nebulosa Planetaria: Una nebulosa planetaria es una nebulosa de emisión consistente en una envoltura brillante en expansión de plasma y gas ionizado, expulsada durante la fase de rama asintótica gigante que atraviesan las estrellas gigantes rojas en los últimos momentos de sus vidas.
Supernova: Una supernova (del latín nova, «nueva») es una explosión estelar que puede manifestarse de forma muy notable, incluso a simple vista, en lugares de la esfera celeste donde antes no se había detectado nada en particular.
6,5 mil millones de años: Mitad del ciclo de vida del Sol.
10 mil millones de años (10 Millardos): Finaliza la Secuencia principal y comienza el proceso en que el Sol dejar de quemar combustible (Hidrogeno) de forma estable para empezar a convertirse en una Gigante Roja. El periodo de transformación hasta convertirse en una gigante puede durar hasta unos 600 millones de años.
13 mil millones de años (13 Millardos): El Sol ha terminado de quemar todo su combustible nuclear para convertirse finalmente en una Enana Blanca. Después de este ciclo vital, el Sol se irá apagando paulatinamente (miles de millones de años), convirtiéndose primero en una enana roja y después en una enana negra para terminar fundiéndose con la materia oscura.
Movimiento de rotación Solar
El Sol posee un movimiento propio de rotación al igual que la Tierra, pero debido a que este no es un cuerpo solido, al estar constituido por elementos en estado plasmático, la velocidad de rotación es distinta en diversas zonas. A este fenómeno se lo conoce como “Rotación Diferencial”
Debido al movimiento de la Tierra alrededor del Sol, la rotación de este último aparenta ser para el observador terrestre algo retardada, por lo que el periodo sinódico de rotación en el ecuador alcanza los 27 días mientras que en zonas cercanas a los polos es de 32.
La siguiente tabla aporta algunos valores aproximados de los periodos de rotación sinódicos del Sol:
Rotación Diferencial: Se habla de rotación diferencial cuando, en un objeto en rotación, las diferentes partes del mismo se mueven con velocidades angulares diferentes (velocidades de rotación desiguales). Ello es indicativo de que el objeto no es sólido, sino líquido o gaseoso, con partes que se pueden considerar independientes. En objetos fluidos, como discos de acrecimiento, esto provoca su deformación por cizalladura.
Por lo general, las galaxias y las protoestrellas presentan rotación diferencial. En nuestro Sistema Solar tenemos como ejemplos de rotación diferencial al Sol, Júpiter y Saturno.
Ciclo de actividad Solar
El sol no posee un campo electromagnético como el de la Tierra, sino que posee lo que se denomina Viento solar, producido por esas inestabilidades rotacionales del Sol. Si no fuera por eso, los campos magnéticos del sol quedarían restringidos a la dinámica del plasma.
La rotación diferencial de la corona solar, produce un reordenamiento de esas líneas del campo magnético llamado “Reconexión Magnética”.
Una vez alcanzado el pico de actividad el número de manchas comienza a disminuir notoriamente. Este cambio en la activad solar se da debido a que en el proceso de reconexión magnética las líneas del campo tienden a reordenarse y estabilizarse, produciendo por efecto finalmente una inversión de los campos magnéticos.
De las continuas observaciones actuales de las manchas solares, los científicos han concluido, que los picos de actividad máxima solar se dan cada periodo aproximado de 11 años.
Este periodo de 11 años es un valor promedio, ya que muchas veces los máximos se dieron en periodos menores a 10 años y otros cercanos a 12. Un ciclo completo de actividad solar estaría comprendido actualmente en un valor de 22 años, en el cual la posición de los polos magnéticos retorna a su ubicación inicial.
Este periodo de 11 años es un valor promedio, ya que muchas veces los máximos se dieron en periodos menores a 10 años y otros cercanos a 12. Un ciclo completo de actividad solar estaría comprendido actualmente en un valor de 22 años, en el cual la posición de los polos magnéticos retorna a su ubicación inicial.
Estas partículas viajan a velocidades, de entre 300 a 1000 km/s, y son llevadas por el viento solar hasta los confines de la heliosfera.
En aproximadamente 2 días las partículas provenientes de una tormenta solar llegan a la atmósfera terrestre y en un año terminan de propagarse hasta los límites de la heliosfera.
Dada la particularidad del movimiento de rotación del sol, las líneas del campo magnético, es decir del viento solar, se retuercen generando espirales, por lo que el viento solar envuelve a todo el sistema solar con partículas cargadas que se propagan mayormente en forma espiral.
En las proximidades de la Tierra, el viento solar es deflactado por el campo magnético terrestre o magnetósfera.
Si esto no ocurriera, la intensa radiación de las partículas produciría un gran daño sobre la naturaleza del planeta. El campo magnetico de la Tierra cumple una función similar a la de la Heliosfera, quien protege al sistema solar de los rayos cósmicos y el viento interestelar.
El viento solar es responsable de la forma general de la magnetosfera de la Tierra, y las fluctuaciones en su velocidad, densidad, dirección, y arrastre afectan en gran medida el medio ambiente local en el espacio de la Tierra.
La interacción del viento solar con el campo magnético terrestre es observable cuando ocurren las conocidas “Auroras Polares”.
Una aurora se produce cuando las partículas provenientes de una potente eyección de masa coronal choca con la magnetósfera terrestre. Esta "esfera" que nos rodea obedece al campo magnético generado por el núcleo de la Tierra, formada por líneas invisibles que parten de los dos polos (tal como si fuera un imán). Cuando dicha masa solar choca con nuestra esfera protectora, estas radiaciones solares, se desplazan a lo largo de dicha esfera. En el hemisferio nocturno de la Tierra, donde están las otras líneas de campo magnético, se va almacenando dicha energía hasta el punto que no puede más, y esta energía almacenada se dispara en forma de radiaciones electromagnéticas sobre la ionosfera terrestre, creadora, principalmente, de dichos efectos visuales.
Aurora Polar: Aurora polar (o aurora polaris) es un fenómeno en forma de brillo o luminiscencia que aparece en el cielo nocturno, actualmente en zonas polares, aunque puede aparecer en otras partes del mundo por cortos períodos. En el hemisferio norte se conoce como aurora boreal, y en el hemisferio sur como aurora austral, cuyo nombre proviene de Aurora, la diosa romana del amanecer.
Ciclo mayor de actividad solar
Si bien el ciclo de actividad solar de 11 o 22 años parece indicar el constante ritmo vital del Sol, también existen otros ciclos de mayor duración o variaciones en el mismo, que nos muestran otro comportamiento de su actividad a largo plazo.
Como ya sabemos la principal fuente de información con respecto a la actividad solar, es la observación de las manchas solares.
En nuestra actual civilización, se tienen registros de observaciones de manchas solares desde aproximadamente el año 200 a.C en oriente y 28 a.C en occidente, y también de algunos otros eventos relacionados con la actividad solar, como son los avistamientos de auroras polares.
Los registros más antiguos lamentablemente no entregan una información completa de dicha actividad, ya que debido a diversas cuestiones políticas o religiosas, las observaciones de manchas fueron cuestionadas durante mucho tiempo y por ende dejadas a un lado (principalmente por ofender a la creencia de que el astro rey era una esfera perfecta).
Recién a partir del año 1610, gracias a la invención del telescopio por el astrónomo Galileo Galilei y al cambio de creencias que trajo la física moderna, se tiene un registro constante de las observaciones.
Gracias a este estudio continuo de la superficie solar, por fin se logro a mediados del 1800, el descubrimiento del ciclo de 11 años, por el astrónomo alemán Heinrich Schwabe. Posteriormente dicho ciclo fue reconfirmado por Rudolf Wolf, quien además introdujo el sistema del computo de manchas.
En el siguiente grafico se puede apreciar el registro de la cantidad de manchas solares observadas desde dicha época hasta la actual.
En estos últimos 400 años de observación se hallaron periodos en los cuales el ciclo de 11 o 22 años no se mantuvo constante.
El más llamativo fue el episodio que se dio desde el 1610 a 1680, en donde prácticamente no se reportaron manchas. Primero se creyó que dicha anomalía era producto de malas anotaciones, pero después se verifico que no era así, y que entre esas fechas se dio un mínimo profundo de la actividad solar.
Durante dicho tiempo sólo se observaron aproximadamente 50 manchas en lugar de las entre 40.000 y 50.000 manchas típicas que tendrían que haberse observado. Esta irregularidad, obviamente, despertó la curiosidad de los astrónomos y género que iniciasen un análisis profundo de dicha anomalia.
Entre los años 1887 y 1890, pudo ser confirmada esta ausencia de manchas, por los astrónomos Gustav Spörer de Alemania y Walter Maunder de Inglaterra, que denominaron a la misma “Mínimo de Maunder” y la establecieron principalmente entre los años 1645 y 1715. Dicho evento fue reconfirmado también en 1976 por el astrónomo estadounidense John Eddy, quien estudió los registros históricos, y sumo además otros estudios, que demostraron que en efecto hubo un mínimo anómalo de la actividad solar en esa época.
La actividad en manchas en períodos de 10 años entre 1610 - 1680 fue la siguiente:
Un ciclo Gleissberg es observable si tomamos como referencia un ciclo máximo de manchas solares y vemos cuánto tarda en repetirse en el transcurso del tiempo, con similar intensidad.
Los picos de intensidad de los máximos solares caen aproximadamente cada 80 años. Entre estos tiempos se dan los periodos de menor actividad conocidos como “Mínimos”, como es el caso del “Mínimo de Maunder”. Ambos periodos de mínimos o máximos son considerados ciclos Gleissberg y poseen la misma duración.
A veces se dan Mínimos o Máximos en periodos más cortos, con una duración aproximados a medio ciclo Gleissberg, como es el caso del “Mínimo de Dalton” que más adelante indicaremos.
También existe un ciclo de entre 150 a 180 años, considerado como “Doble Ciclo Gleissberg”, en donde los picos de intensidad recién decaen en un doble del tiempo. Los medios ciclos generalmente se anteponen al inicio de los doble ciclos.
Cada 4 ciclos menores suele darse un ciclo doble, ya sea de mínima o máxima actividad. Actualmente estamos terminando de atravesar un doble ciclo Gliessberg de máxima actividad, el famoso “Máximo Moderno”, posible causante del calentamiento global.
Por otro lado a parte del doble ciclo, también existe uno cuádruple que se da cada periodos más extensos de tiempo.
Extendiéndonos un poco más, a los registros antiguos sobre manchas solares observadas, podemos apreciar que pareciera estar presente esta irregularidad, aunque como dijimos anteriormente estos datos no se encuentran completos.
La respuesta la hallaron en la variación de los niveles de “Carbono 14” presentes en muestras geológicas.
¿Y qué es el Carbono 14?
El Carbono 14 (C14) es un isotopo radiactivo presente en la atmosfera, que se encuentra adherido en todos los materiales orgánicos. Comúnmente el C14 es usado por los geólogos para conocer la antigüedad de muestras orgánicas menores a 45.000 años.
Isotopo: Se denomina isótopos a los átomos de un mismo elemento, cuyos núcleos tienen una cantidad diferente de neutrones, y por lo tanto, difieren en número másico
¿Qué relación tiene esto con la variación de la actividad solar?
El C14 se produce constantemente en la atmosfera terrestre a causa del bombardeo de partículas cargadas, como iones y protones, procedentes del espacio exterior. Lo particular es que estas partículas cargadas no proceden del viento solar, sino de la llegada de los rayos cósmicos del espacio interestelar.
Cuando las partículas provenientes de los rayos cósmicos, interactúan con las demás partículas presentes en la atmosfera terrestre, generan una gran variedad de átomos con núcleos transformados conocidos como “Isotopos Cosmogónicos”.
Después de ser generados estos isotopos, siguen el movimiento de las masas de aire o bien se adhieren a partículas más grandes, conocidas como aerosoles. Gracias al ciclo atmosférico, estas partículas bajan a la parte inferior de la atmosfera y entran en contacto con los seres vivos a través del aire, o incorporándose al suelo a través de las lluvias. Seguidamente el magnetismo terrestre, ayuda con el paso del tiempo a que dichas partículas se concentren.
Más allá de esto, lo importante es que para que estos isotopos se generen, es necesaria la presencia entrante de los rayos cósmicos…
Como ya sabemos nuestro planeta está protegido de la llegada de dichos rayos por la acción de la heliosfera, producida gracias a la actividad solar. Entonces es lógico que una disminución de la actividad solar, generara una heliosfera menos intensa y por consiguiente un mayor ingreso de rayos cósmicos, acompañado a una mayor producción de isotopos cosmogónicos.
Esta fue la clave que permitió corroborar nuevamente la existencia del mínimo de Maunder y la presencia de otros mínimos y máximos históricos, gracias al análisis de la variación de producción del Carbono 14 presente en las muestras de anillos de los arboles, hielos glaciares y sedimentos marinos.
El siguiente gráfico muestra la variación de los niveles de C14 en los últimos 1000 años y su coincidencia con la variación de la actividad solar.
Esto deja en claro que dichos ciclos Gliessberg, ocurren periódicamente. Aún así, la elaboración de otro estudio más extenso de los últimos 10.000 años, permitió hallar también la presencia continua de estos mínimos y máximos.
Entre ellos podemos citar algunos, cuyo nombre nos da una referencia histórica del periodo en el que ocurrieron:
Máximo Sumerio (2720 – 2610a.c), Cuádruple Ciclo Máximo Piramidal (2370 – 2060a.c), Máximo de Stonehenge (1870 – 1760a.c) Doble Mínimo Egipcio (1420 - 1260a.c), Doble Mínimo Homérico (820 - 640a.c), Mínimo Griego (440 - 360a.c), Máximo Romano (20a.c - 80d.c), Mínimo Medieval (640 – 710d.c).
¿Se han encontrando otras pruebas de la presencia de estos ciclos más allá del análisis de C14?
El estudio estratigráfico de determinadas formaciones rocosas antiguas, es una de las formas de conocer las variaciones climáticas del pasado y por consiguiente es quien también nos puede informar sobre el estado pasado de la actividad solar.
La clave para hallar dicha información se encuentra en los estratos de una formación arcillosa llamada “Elatina”. La Elatina se comenzó a generar en el pasado, hace aproximadamente unos 680 millones de años, en los finales de un periodo en el cual la temperatura terrestre se encontraba muy por debajo de los valores actuales, donde prácticamente gran parte de la Tierra se encontraba congelada. (Periodo Criogénico, era neo proterozoica)
Los paulatinos deshielos posteriores, a causa de las variaciones de las temperaturas globales, fueron arrastrando y depositando en el fondo de ciertos lagos, diferentes cantidades de arcilla que dieron origen a la formación de Elatina.
Con el paso del tiempo estos depósitos quedaron a la vista, a causa de cambios en los niveles del agua, producidos por la erosión del suelo y otros factores.
La variación del espesor de las capas, se debe a los cambios ocurridos en la intensidad de los veranos subsecuentes desde el inicio de la desglaciación.
¿A causa de que se dio esto?
Cuanto mayor era el aumento de temperatura, mayor era el arrastre de sedimentos al lecho de los lagos y por el contrario cuando la temperatura era menor, los deshielos eran más débiles, arrastrando sedimentos menores y en menor cantidad.
Seguidamente al bajar la cantidad de hielos glaciares presentes, la continuidad de dicha sedimentación también fue ayudada por la variación de los niveles de precipitación anuales, donde la actividad solar cumple un papel fundamental.
Lo particular de esto es que, los sedimentos que se fueron depositando, conforman grupos que contienen de 10 a 14 capas de estratos y cada grupo se encuentra separado por una banda más densa, que contiene una mayor cantidad de arcilla.
Un estudio realizado sobre un cilindro de Elatina de 10 mts de longitud, extraído en Australia, mostro que estos patrones de formación se repiten continuamente a lo largo de la muestra.
Comparando estas muestras con los otros resultados sobre la variación de la actividad solar, se llego a la conclusión que la formación de estos grupos de capas de arcilla, coinciden con la actividad del ciclo solar de 11 años. Cada grupo de capas es el resultado del cambio de intensidad en la actividad solar, y las bandas más densas que separan cada grupo, demuestra el pico de actividad en cada ciclo de 11 años.
Además de esto, también se observo que se repite una variación en la densidad de las capas que conforman los grupos. Cada 7, 8 o 9 grupos de láminas más gruesas, se encuentran consecutivamente, otros grupos continuos similares en cantidad, pero estos con láminas más finas. Esta variación constante de grupos más finos y gruesos, nos demuestra que los ciclos Gliessberg también están presentes y son periódicos desde hace mas de 650 millones de años
Los ciclos mayores del Sol con respecto al clima
Si bien el tema que estamos tratando es con respecto al tiempo, comprendemos que los cambios climáticos que se dan en el planeta están totalmente ligados a la radiación solar que llega a la Tierra, y por consiguiente a los movimientos propios del planeta o del sistema que afectan la llegada de dicha incidencia. Por lo cual este parámetro nos puede expandir un poco más la visión con respecto a la actividad solar.
Lógicamente se entiende como “clima”, a las transformaciones que sufre la atmosfera terrestre, a causa de la interacción que esta tiene con la actividad solar.
La radiación solar que llega al planeta varia por diferentes causas. Por ejemplo, el movimiento de rotación terrestre es el causante de pequeños cambios en las temperaturas diarias, siendo estas más apreciables en lugares elevados, como sierras o montañas. Las estaciones del año como la primavera o el verano, son producto del movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol, que al hacer variar el ángulo de incidencia solar, establece estos periodos donde la diferencia climática se encuentra bien marcada.
También cada 11 años, se notan variaciones en las temperaturas globales, a causa del apogeo del ciclo solar.
Estas variaciones climáticas que hemos nombrado se dan a corto plazo, pero también existen otras variaciones climáticas a largo plazo, como las eras glaciales e interglaciares, que ocurren en periodos mayores de tiempo. En este caso, estos periodos climáticos más prolongados también tienen su origen en determinados movimientos, como los generados por las perturbaciones planetarias. Las eras glaciales e interglaciares responden a periodos que van desde 41 mil años hasta 413 mil años, pasando también por ciclos intermedios de unos 100 mil años.
Ahora bien, seria lógico de esperar entonces, que la presencia de los ciclos solares mayores, originara cambios climáticos en un mediano plazo de tiempo. Si así fuese, el registro de estos cambios cíclicos, nos podría ayudar a comprender mejor aun la naturaleza de la actividad solar.
Casualmente el mínimo profundo de actividad solar que se dio a mediados del 1600, el mínimo de Maunder, coincidió con la parte más fría de la llamada “Pequeña edad de Hielo”…
La pequeña edad de hielo, fue un período frío que abarcó desde comienzos del siglo XIV hasta mediados del XIX, durante la que Europa, América del Norte, y quizás el resto del mundo, sufrió inviernos muy crudos.
Según los registros climáticos que se tienen de la historia, se sabe que el inicio de esta pequeña era glacial puso fin a otra anterior, pero calurosa mini-era, llamada “Periodo Cálido del Alto Medievo” donde se dio el famoso “Optimo Climático Medieval”
Esto nos hace considerar que la continuidad en la variación de la actividad solar produce a mediano plazo, cambios climáticos cíclicos de mediana intensidad, en los que se presentan “mini-eras” glaciales o periodos más cálidos, que se dan dentro mismo de las eras glaciales o interglaciares.
Si tomamos en cuenta el tiempo que duro el periodo cálido del alto Medioevo por un lado, y la pequeña edad de hielo por otro, veremos que ambos sucedieron con una duración aproximada de unos 400 años.
Actualmente después de la pequeña edad de hielo, hemos iniciado otro periodo cálido, al que llamamos “Calentamiento Global”. Al comprender esto, vemos que las causas del calentamiento global no están ligadas directamente a la actividad humana, sino más bien a los efectos producidos por los ciclos solares mayores.
Esto nos da que cada 444 años aproximadamente (8000/18=444,44), ocurre un mínimo de actividad profundo o doble ciclo Gleissberg, que acompaña a su vez el cambio hacia una pequeña variación global de temperatura que produce mini-eras glaciares o calentamientos globales.
Como hemos explicado anteriormente, cada cuatro ciclos Gleissberg se da comúnmente un doble ciclo mínimo o máximo, y es este quien marca la parte más intensa de estas mini-eras.
Si tomamos un valor promedio de ciclo Gleissberg de 80 años, obtenemos un periodo aproximado de estas mini-eras de 440 años. Es decir: 3 ciclos de 80 años + medio ciclo de 40 años (que inicia el doble ciclo) + 1 doble ciclo de 160 años= 440 años en total.
En el siguiente grafico, podemos observar la reconstrucción de las variaciones de las temperaturas que se dieron desde el inicio del último periodo interglaciar (Holoceno), es decir desde hace unos 12 mil años, y en donde se ve claramente que estas variaciones a mediano plazo se encuentran presentes con dicha periodicidad.
Las oscilaciones de temperaturas que se dan en estos periodos por causa directa de la actividad solar, son pequeñas en sí, pero existen factores que potencian dichas variaciones.
Uno de los factores principales que potencian estos pequeños cambios climáticos o mini-eras, son las interacciones que se dan entre los océanos y la atmosfera.
Debido a que el océano capta la luz infrarroja, es capaz de retener el calor absorbido por el agua (ver nota). Este calor absorbido produce variaciones en las temperaturas de las masas oceánicas y en sus densidades, produciendo por efecto un movimiento de las mismas, que da origen a las “Corrientes Termohalinas”.
Las corrientes termohalinas son las principales reguladoras de las temperaturas atmosféricas. Entre la atmosfera y los océanos existe una dinámica muy particular, siendo lógico de esperar en un planeta donde su superficie está compuesta por un 70 % de agua, que el principal elemento de intercambio de calor sea la corriente oceánica.
Nota: …” El principal aporte calorífico que tiene el agua del mar está representado por las radiaciones energéticas que le llegan del Sol. Su calor específico tiene un valor elevado en comparación con el calor específico de las demás sustancias existentes en la superficie del planeta; esto confiere al mar una extraordinaria capacidad para almacenar calor y por esta propiedad puede actuar como un gigantesco moderador del clima”...
Uno de los factores principales que potencian estos pequeños cambios climáticos o mini-eras, son las interacciones que se dan entre los océanos y la atmosfera.
Debido a que el océano capta la luz infrarroja, es capaz de retener el calor absorbido por el agua (ver nota). Este calor absorbido produce variaciones en las temperaturas de las masas oceánicas y en sus densidades, produciendo por efecto un movimiento de las mismas, que da origen a las “Corrientes Termohalinas”.
Las corrientes termohalinas son las principales reguladoras de las temperaturas atmosféricas. Entre la atmosfera y los océanos existe una dinámica muy particular, siendo lógico de esperar en un planeta donde su superficie está compuesta por un 70 % de agua, que el principal elemento de intercambio de calor sea la corriente oceánica.
Nota: …” El principal aporte calorífico que tiene el agua del mar está representado por las radiaciones energéticas que le llegan del Sol. Su calor específico tiene un valor elevado en comparación con el calor específico de las demás sustancias existentes en la superficie del planeta; esto confiere al mar una extraordinaria capacidad para almacenar calor y por esta propiedad puede actuar como un gigantesco moderador del clima”...
Otros factores que potencian las temperaturas en estos periodos, son por ejemplo en el caso de las mini-eras glaciales, la formación de nubes a baja altura, las cuales poseen un elevado efecto enfriador de la superficie.
Se descubrió que la interacción de las partículas cosmogónicas que provienen de los rayos cósmicos, con los átomos de los elementos que se encuentran en la atmosfera, tienen un efecto potenciador notorio en la formación de nubes a baja altura . Y como ya sabemos, a menor actividad solar mayor ingreso de radiación cósmica.
Para cerrar la interrelación de la actividad solar con el clima, podemos sacar dos conclusiones:
- La primera, es que por motivos aun no muy claros pero que más adelante analizaremos, la actividad solar varía de forma casi constante, en ciclos menores que producen cambios climáticos bien marcados cada 444 años aproximadamente.
- La segunda, es que el gran conflicto actual sobre el calentamiento global no tiene su causa ligada a la actividad humana y la producción de CO2, sino mas bien a la solar, y siguiendo la lógica de los ciclos solares mayores, en los próximos 100 años estaremos entrando nuevamente en el inicio de una nueva mini-era glacial, de la cual ya se ven algunos indicios hacia dicho cambio.
Causas de los ciclos solares mayores, relación con otros movimientos celestes
La periodicidad de los ciclos solares mayores nos indica, que debido algún motivo de carácter constante, el Sol manifiesta variaciones en su ciclo de actividad solar de 11 años.
Como ya sabemos el ciclo de manchas solares, esta totalmente ligado al movimiento de rotación solar, y a las diferencias en las velocidades con la que se mueve el plasma en su superficie. Por lo tanto la física de la actividad solar, nos indica que su naturaleza está basada en el movimiento rotacional del Sol.
“Por consiguiente una disminución en la actividad, está ligada a un retardo en el movimiento rotacional del plasma solar”.
Ahora bien, ¿Cual podría ser la causa de dicho retardo?
La teoría actual de la actividad solar está basada en el movimiento de rotación del Sol sobre su eje, pero no contempla por otro lado la variación de su momento angular, debido a causas externas.
Así como el movimiento de rotación del planeta Tierra sufre variaciones, debido por ejemplo a variaciones en las corrientes oceánicas que desplazan el centro de masa y afectan su momento angular, así también ocurre con el de la rotación solar.
En el caso de la rotación solar, la influencia de la posición relativa de las masas planetarias del sistema solar, produce variaciones en la posición del centro de masa del sistema, es decir el baricentro, que hace oscilar de forma regular al Sol, modificando su momento angular orbital. Esta oscilación induce al Sol a un movimiento inercial que sigue la dinámica del desplazamiento del baricentro.
El baricentro solar es el punto en el espacio donde las masas de los planetas están en equilibrio; donde las fuerzas gravitatorias de todos los cuerpos del sistema solar se neutralizan. Como los planetas giran alrededor del Sol, La conjunción /oposición de los mismos, produce mareas gravitacionales que desplazan el punto del baricentro en el espacio, y a medida que este se va desplazando forma un patrón o dibujo que tiene características que se pueden calcular de manera matemática y muy precisa, aportando información sobre las posibles variaciones en el momento angular.
El centro de masas está ubicado en la región ocupada por el Sol. A veces está dentro del núcleo del Sol mismo, pero otras veces, como cuando todos los planetas están perfectamente alineados a un lado del Sol, sumando linealmente sus fuerzas de gravedad, puede llegar a estar a cientos de miles de kilómetros alejado de la superficie Solar. El diámetro del área donde el baricentro se mueve, es equivalente a 4,4 radios solares o igual a 0.02 UA. Aunque algunas veces el punto del baricentro se encuentra dentro del núcleo del Sol, la mayor parte del tiempo se ubica fuera del mismo.
El movimiento está regulado principalmente, por la distribución en el espacio de los planetas gigantes exteriores del sistema: Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y en una mínima medida por los planetas interiores: Mercurio, Venus, Tierra y Marte.
Las masas de los planetas exteriores en comparación con la de la Tierra por ejemplo, son muchísimo más grandes. Júpiter tiene una masa 318 veces mayor a la de la Tierra, Saturno 95, Urano 14,6 y Neptuno 17,2. Por otro lado los planetas interiores tienen una masa muchísimo menor, Mercurio es un 0,06 en comparación con la de la Tierra, Venus 0,82 y Marte 0,11. Siguiendo con la misma comparación, la sumatoria de las masas de los planetas exteriores, nos da un total de 444,8 unidades; mientras que la de los planetas interiores, incluida la Tierra, es de 1,99. Esto nos permite tener una noción de la magnitud de la influencia de las masas en el movimiento mencionado.
En el siguiente grafico se puede observar el movimiento del baricentro del sistema solar, alrededor del centro del Sol, desde el año 1944 hasta el 2020.
El movimiento a largo de la trayectoria trebolada (armónica), está gobernado por un orden Júpiter-Saturno, mientras que las trayectorias irregulares involucra a los demás planetas en general.
La comparación entre la forma de las curvas que conforma el movimiento del baricentro y los hechos históricos relacionados con el clima, prueba en parte, que durante los episodios en los cuales el baricentro transitó a lo largo de órbitas ordenadas (o en forma de 'trébol') alrededor del Sol, su emisión energética fue máxima y el clima terrestre tendió hacia el calentamiento. Asimismo estas comparaciones comprueban que durante los episodios durante los cuales el baricentro se movió de modo caótico alrededor del Sol, la emisión energética del mismo fue mínima, y estos últimos episodios coincidieron con las mínimas temperaturas conocidas en el planeta para el último milenio.
Cada 178,7 años aproximadamente, se produce un “reinicio” en el movimiento del baricentro solar, todo debido a la posición de los planetas. Si nos fijamos con la imagen superior, podemos observar como aproximadamente cada 178,7 años, vuelve la estabilidad en el movimiento del baricentro solar.
Las fases de movimiento ordenado tienen una duración aproximada de 50 años y comprende una secuencia de 5 tréboles (10 años cada uno), mientras que la fase de movimiento irregular dura unos 128,7 años, lo que ambas fases juntas completan un ciclo de 178,7 años.
Además de la coincidencia anteriormente mencionada, la alternancia entre movimientos ordenados y desordenados se correlaciona con la variación del periodo de duración de las manchas solares, durando en promedio 10.1 años durante los ciclos ordenados y extendiéndose aproximadamente a 11,9 años durante los movimientos desordenados. Estos movimientos del baricentro demuestran, que aportan en una buena medida al comportamiento de la actividad solar.
Investigaciones demuestran que la contribución del momento angular orbital del Sol a su momento angular total no es insignificante. Puede alcanzar un 25 % del momento de giro. Por lo tanto, es concebible que estas variaciones están relacionadas en cierta medida, con los fenómenos de las variaciones en la actividad del solar, especialmente si se considera que el momento angular del Sol juega un papel importante en la teoría de la actividad magnética del mismo.
Los planetas gigantes, que regulan el movimiento del Sol alrededor del baricentro, llevan más de 99 por ciento del momento angular en el sistema solar, mientras que el sol se limita a menos del 1 por ciento. Así que existe un alto potencial de transferencia de energía cinética del momento angular orbital, que puede ser transferido de los planetas exteriores al Sol.
Alineacion o Conjunción Jupiter/Neptuno cada 13 años – Medio Ciclo de Manchas Solares 11 +/- 1 años
Alineacion o Conjunción Jupiter/Urano cada 14 años – Medio Ciclo de Manchas Solares 11 +/- 1 años
Alineacion o Conjunción Jupiter/Saturno cada 20 años – Ciclo de Manchas Solares 22 +/- 2 años
Alineacion o Conjunción Neptuno/Saturno cada 36 años – Medio Ciclo Gleissberg 40 +/- 6 años
Alineacion o Conjunción Urano/Saturno cada 46 años – Medio Ciclo Gleissberg 40 +/- 6 años
Alineacion o Conjunción Jupiter/Neptuno/Urano cada 170 años – Doble Ciclo Gleissberg 160 +/- 18 años
Alineacion o Conjunción Jupiter/Neptuno/Saturno cada 181 años – Doble Ciclo Gleissberg 160 +/- 18 años
"Cada 4628 años ocurre la conjuncion de los cuatro planetas exteriores gigantes Jupiter/Saturno/Urano/Neptuno, conteniendo todas las posibles variaciones que se pueden llegar a estimar en el ciclo de actividad solar a causa de el movimiento del baricentro del sistema solar".
Por otro lado, si observamos la duración de los ciclos de traslación de los planetas exteriores alrededor del Sol, podemos notar que existe una correlación bastante notoria entre estos periodos orbitales y la duración de los ciclos Gleissberg.
Periodo Orbital Sideral de Júpiter 11,86 años – Medio Ciclo de Manchas Solares 11 +/- 1 años
Periodo Orbital Sideral de Saturno 29,46 años – Medio Ciclo Gleissberg 40 +/- 6 años
Periodo Orbital Sideral de Urano 84,01 años – Ciclo Gleissberg 80 +/- 8 años
Periodo Orbital Sideral de Neptuno 164,79 años – Doble Ciclo Gleissberg 160 +/- 18 años
Es interesante además tener conocimiento de este movimiento del baricentro y sus patrones geométricos resultantes, ya que este nos revela que la base de la dinámica de onda y revolución y el patrón que dicha dinámica estableció en la configuración de la geometría de toda la creación, se encuentra aquí presente. Ver entrada: "Constitución Cósmica"....
Para expandir un poco más nuestra percepción, comparto el movimiento del baricentro de otras estrellas conocidas, que poseen exoplanetas y que también manifiestan actividad o radiación variable, y en donde se observa presente algunos de los patrones manifiestos en “La Flor de la Vida”.
HIP 14810: Es una estrella en la constelación de Aries. De magnitud aparente +8,50 se localiza 1º22' al norte de la brillante Botein (δ Arietis). Se encuentra a 170 años luz del Sistema Solar. Se conoce la existencia de tres planetas extrasolares orbitando en torno a esta estrella.
HD 40307: Es una estrella enana naranja que se encuentra a unos 42 años luz de la Tierra, en la constelación de Pictor. La masa de la estrella resulta ser algo menor que la del Sol.
En junio de 2008, la European Southern Observatory (ESO) anunció el descubrimiento de tres "Súper-Tierras" que orbitaban alrededor de la estrella. Los tres planetas fueron descubiertos con el método de la velocidad radial, usando el espectrógrafo HARPS, situado en Chile.
En 2012, se descubrieron otros tres planetas más orbitando HD 40307.
HD 69830: Es una estrella de tipo G7,5-K0 V de la constelación de Puppis. A su alrededor orbitan tres planetas de masa neptuniana y un posible cinturón de asteroides.
HD 155358: Es una estrella en la constelación de Hércules. De magnitud aparente +7,27, no es visible a simple vista. En 2007 se descubrieron dos planetas extrasolares orbitando alrededor de esta estrella.
Movimientos del Sistema Solar en la Galaxia
El sistema solar no se encuentra estático en el medio interestelar, sino que el mismo acompaña el propio movimiento de rotación que posee la galaxia. Gracias a esto, todo el sistema es inducido a efectuar tres movimientos principales que se realizan entorno al núcleo galáctico.
Para comprender un poco más estos movimientos primero debemos ubicar la posición que tiene nuestro sistema solar en la galaxia.
En el diagrama superior se muestra la posición aproximada del Sistema Solar en la Vía Láctea, ubicado entre los brazos de Perseo y Sagitario el Sol se localiza dentro de un fragmento del brazo de Perseo (espolón), denominado en ocasiones brazo de Orión. El gráfico es mas bien ilustrativo, no una representación exacta.
Para ubicar cualquier objeto respecto a su posición en la galaxia se utiliza el sistema galáctico de coordenadas, donde el Sol se localiza en el centro. Se utilizan la longitud y la latitud galácticas, representadas con las letras l y b respectivamente.
La longitud se mide en sentido directo en grados desde 0 hasta 360, con el 0 ubicado en la posición que observado desde el Sol apunta directo hacia el centro galáctico. El centro de la galaxia se determino como la fuente de radioondas Sagitario A, y el plano fundamental por donde se mueve la longitud (como si se tratase del ecuador en el caso de la Tierra) es el plano galáctico, determinado por la distribución del Hidrógeno neutro (solo presente en los brazos y confinado a un ancho de unos 100 pc)
La latitud galáctica se desarrolla desde los 90 grados Norte hasta los 90 grados Sur, pasando por cero en el plano fundamental (plano galáctico). El Norte y el Sur galácticos se ubicaron en la forma que coincidan con el Norte y el Sur celestes, o sea, no en la misma posición (están separados por unos 30 grados) sino que el polo Norte galáctico está ubicado en el hemisferio Norte celeste y el polo Sur galáctico está ubicado dentro del hemisferio Sur celeste.
En el siguiente esquema se muestra la distribución aproximada del polo Norte galáctico (PNG) y el polo Sur galáctico (PSG) con respecto al polo Norte celeste (PNC) y al polo Sur celeste (PSC).
El plano invariable del sistema solar, se encuentra inclinado en unos 60° con respecto al Plano Galáctico.
Si una noche cualquiera, miras hacia la constelación de Sagitario, estarás mirando hacia el centro de nuestra galaxia. La banda blanquecina que cruza el cielo de un extremo a otro es la luz de miles de millones de estrellas del plano de nuestra Galaxia. Por ello esta banda blanquecina también se llama Vía Láctea. Obviamente esta banda pasa por la constelación de Sagitario. Viendo Sagitario y esta banda podemos imaginar nuestra posición relativa con respecto a su plano.
Los tres movimientos principales
1- El movimiento más largo y rápido es el movimiento orbital del Sistema Solar alrededor del núcleo de la galaxia. La velocidad del movimiento orbital del Sistema Solar alrededor del centro de la galaxia es de 217.215 km/s. Así, el Sistema Solar según las estimaciones de la longitud de la orbita, completa una vuelta alrededor de la galaxia entre 225 y 250 millones de años, denominándose a dicho ciclo “Año Galactico”.
2- El segundo movimiento es la oscilación del Sistema Solar de norte a sur, y viceversa, con respecto al plano galáctico, determinado principalmente por la atracción gravitacional entre los cuerpos celestes que forman el Sistema Solar. La velocidad de este movimiento es de 7 kilómetros por segundo. Dicha oscilación hace que cada 64 millones de años se cruce el ecuador galáctico. Actualmente, nuestro sistema solar se encuentra a 65’6 años luz por encima del plano galáctico. Es por ello, que se estima que dentro de 42857 años se volverá a cruzar el ecuador galáctico.
3- El tercer movimiento es el de vaivén, acercándose y alejándose al centro de la galaxia. El de acercamiento viene determinado por la atracción gravitacional del núcleo galáctico, donde se encuentra un super agujero negro, y de los objetos celestes cercanos que están dentro de la órbita del Sistema Solar. El movimiento contrario, de alejamiento del núcleo galáctico, viene determinado por la rotación del Sol y por la atracción gravitacional de los objetos celestes cercanos que se encuentran exteriormente a la órbita del Sistema Solar. Este movimiento oscilatorio hacia adentro y hacia fuera tiene una velocidad de desplazamiento de 20 Km/s.
La conjunción de los tres movimientos confiere al Sistema Solar un movimiento aparente helicoidal alrededor del núcleo de la galaxia.
HIP 14810: Es una estrella en la constelación de Aries. De magnitud aparente +8,50 se localiza 1º22' al norte de la brillante Botein (δ Arietis). Se encuentra a 170 años luz del Sistema Solar. Se conoce la existencia de tres planetas extrasolares orbitando en torno a esta estrella.
HD 40307: Es una estrella enana naranja que se encuentra a unos 42 años luz de la Tierra, en la constelación de Pictor. La masa de la estrella resulta ser algo menor que la del Sol.
En junio de 2008, la European Southern Observatory (ESO) anunció el descubrimiento de tres "Súper-Tierras" que orbitaban alrededor de la estrella. Los tres planetas fueron descubiertos con el método de la velocidad radial, usando el espectrógrafo HARPS, situado en Chile.
En 2012, se descubrieron otros tres planetas más orbitando HD 40307.
HD 69830: Es una estrella de tipo G7,5-K0 V de la constelación de Puppis. A su alrededor orbitan tres planetas de masa neptuniana y un posible cinturón de asteroides.
HD 155358: Es una estrella en la constelación de Hércules. De magnitud aparente +7,27, no es visible a simple vista. En 2007 se descubrieron dos planetas extrasolares orbitando alrededor de esta estrella.
Movimientos del Sistema Solar en la Galaxia
El sistema solar no se encuentra estático en el medio interestelar, sino que el mismo acompaña el propio movimiento de rotación que posee la galaxia. Gracias a esto, todo el sistema es inducido a efectuar tres movimientos principales que se realizan entorno al núcleo galáctico.
Para comprender un poco más estos movimientos primero debemos ubicar la posición que tiene nuestro sistema solar en la galaxia.
En el diagrama superior se muestra la posición aproximada del Sistema Solar en la Vía Láctea, ubicado entre los brazos de Perseo y Sagitario el Sol se localiza dentro de un fragmento del brazo de Perseo (espolón), denominado en ocasiones brazo de Orión. El gráfico es mas bien ilustrativo, no una representación exacta.
Para ubicar cualquier objeto respecto a su posición en la galaxia se utiliza el sistema galáctico de coordenadas, donde el Sol se localiza en el centro. Se utilizan la longitud y la latitud galácticas, representadas con las letras l y b respectivamente.
La longitud se mide en sentido directo en grados desde 0 hasta 360, con el 0 ubicado en la posición que observado desde el Sol apunta directo hacia el centro galáctico. El centro de la galaxia se determino como la fuente de radioondas Sagitario A, y el plano fundamental por donde se mueve la longitud (como si se tratase del ecuador en el caso de la Tierra) es el plano galáctico, determinado por la distribución del Hidrógeno neutro (solo presente en los brazos y confinado a un ancho de unos 100 pc)
La latitud galáctica se desarrolla desde los 90 grados Norte hasta los 90 grados Sur, pasando por cero en el plano fundamental (plano galáctico). El Norte y el Sur galácticos se ubicaron en la forma que coincidan con el Norte y el Sur celestes, o sea, no en la misma posición (están separados por unos 30 grados) sino que el polo Norte galáctico está ubicado en el hemisferio Norte celeste y el polo Sur galáctico está ubicado dentro del hemisferio Sur celeste.
En el siguiente esquema se muestra la distribución aproximada del polo Norte galáctico (PNG) y el polo Sur galáctico (PSG) con respecto al polo Norte celeste (PNC) y al polo Sur celeste (PSC).
El plano invariable del sistema solar, se encuentra inclinado en unos 60° con respecto al Plano Galáctico.
Si una noche cualquiera, miras hacia la constelación de Sagitario, estarás mirando hacia el centro de nuestra galaxia. La banda blanquecina que cruza el cielo de un extremo a otro es la luz de miles de millones de estrellas del plano de nuestra Galaxia. Por ello esta banda blanquecina también se llama Vía Láctea. Obviamente esta banda pasa por la constelación de Sagitario. Viendo Sagitario y esta banda podemos imaginar nuestra posición relativa con respecto a su plano.
Los tres movimientos principales
1- El movimiento más largo y rápido es el movimiento orbital del Sistema Solar alrededor del núcleo de la galaxia. La velocidad del movimiento orbital del Sistema Solar alrededor del centro de la galaxia es de 217.215 km/s. Así, el Sistema Solar según las estimaciones de la longitud de la orbita, completa una vuelta alrededor de la galaxia entre 225 y 250 millones de años, denominándose a dicho ciclo “Año Galactico”.
2- El segundo movimiento es la oscilación del Sistema Solar de norte a sur, y viceversa, con respecto al plano galáctico, determinado principalmente por la atracción gravitacional entre los cuerpos celestes que forman el Sistema Solar. La velocidad de este movimiento es de 7 kilómetros por segundo. Dicha oscilación hace que cada 64 millones de años se cruce el ecuador galáctico. Actualmente, nuestro sistema solar se encuentra a 65’6 años luz por encima del plano galáctico. Es por ello, que se estima que dentro de 42857 años se volverá a cruzar el ecuador galáctico.
3- El tercer movimiento es el de vaivén, acercándose y alejándose al centro de la galaxia. El de acercamiento viene determinado por la atracción gravitacional del núcleo galáctico, donde se encuentra un super agujero negro, y de los objetos celestes cercanos que están dentro de la órbita del Sistema Solar. El movimiento contrario, de alejamiento del núcleo galáctico, viene determinado por la rotación del Sol y por la atracción gravitacional de los objetos celestes cercanos que se encuentran exteriormente a la órbita del Sistema Solar. Este movimiento oscilatorio hacia adentro y hacia fuera tiene una velocidad de desplazamiento de 20 Km/s.
Por otro lado, si sumamos al movimiento orbital del sistema solar la órbita de los planetas alrededor de el, también obtendremos otra espiral cósmica.
El movimiento espiral de nuestro Sistema Solar en la galaxia, es quien lleva parte del ritmo evolutivo de la Tierra.
La sumatoria del Ciclo vital estelar, en nuestro caso el Sol, con el movimiento espiral de la Tierra en conjunto con el sistema al que pertenece, establece los fractales primario de nuestro tiempo Terrestre, conocidos como "Tiempos Geológicos".
Los Tiempos Geológicos
..."El tiempo geológico del planeta se divide y distribuye en intervalos de tiempo caracterizados por acontecimientos importantes de la historia de la Tierra y de la vida. Como la edad de la Tierra es de aproximadamente 4600 millones de años, cuando se habla de tiempo geológico suele expresarse casi siempre en millones de años...
Las unidades usadas para dividir el tiempo geológico son de dos tipos: las referidas a tiempo relativo (unidades geocronológicas), que ordenan cronológicamente los acontecimientos geológicos, y las referidas a tiempo absoluto (unidades geocronométricas), expresadas en valores absolutos, en millones de años...
Las unidades geocronológicas son unidades de tiempo basadas en las unidades crono estratigraficas.
Las unidades crono estratigráficas dividen las rocas de la Tierra ordenadas cronológicamente, reflejando los principales eventos geológicos, biológicos y climáticos que han ido sucediéndose a lo largo del tiempo. Los nombres de las unidades cronoestratigráficas comparten el mismo nombre con las equivalentes geocronológicas"...
Por otro lado, los tiempos geocronometricos o absolutos, están basados en la datación por isotopos radiactivos, que dan medidas de tiempo en millones de años.
Las unidades del tiempo geológico son las siguientes: Edad, Época, Periodo, Era, Eon y Super Eon.
Los periodos que comprenden cada una de estas unidades están relacionados a ciclos geológicos variables.
A pesar de ello podemos establecer en promedio las siguientes estimaciones a modo de referencia:
Edad: Pocos millones de Años
Época: 13 a 35 Millones de Años
Periodo: 30 a 200 Millones de Años
Era: 65 a 900 Millones de Años
Eon: 500 a 1800 Millones de Años
Super Eon: 4300 a 4600 Millones de años
El conocimiento actual a permitido establecer estas dataciones mas o menos aproximadas de los periodos de tiempo que se dan a causa de algunos acontecimientos cíclicos geológicos.
A pesar de eso, ciertas civilizaciones de oriente tienen conocimiento de los mismos desde hace cientos o miles de años.
Por ejemplo, el periodo comprendido por un Super Eon, que corresponde al inicio de vida del Sol y también cercanamente al de la Tierra, es conocido desde la antigüedad por el Hinduismo bajo la noción de "Kalpa"
Un "Kalpa" segun el Hinduismo es el periodo de tiempo que corresponde a un único día de Brama, que es estimado al tiempo de vida de la Tierra, en 4320 millones de años.
Según esta noción o creencia, cada Kalpa a su vez esta dividido en 14 "Manvatara", que establecen periodos menores de tiempo con un valor promedio de 306.7 millones de años, que estaría cercano a la medición media actual del periodo considerado como Era Geológica.
Para el Hinduismo, dos kalpas también constituyen un día y una noche de Brahma, comprendiendo un ciclo aproximado de 8.640 millones de años que también estaría cercano a una transición de la reacciones de fusión en el ciclo de vida del Sol.
El Budismo también considera al Kalpa como una unidad de tiempo universal, pero esto no tiene establecido un periodo preciso para la misma. Solo establece un valor exacto para un Kalpa de tamaño medio en 320.000 millones de años.
Conclusión de la Entrega
En esta primera entrega sobre el tiempo cósmico, hemos hallado una perspectiva completamente distinta a la percepción inconsciente colectiva que teníamos del mismo.
A partir de ahora, podemos comprender que el concepto de tiempo se encuentra mas allá de un instrumento de medición y que poco tiene que ver con una percepción lineal de acontecimientos.
La esencia del mismo radica en la sincronizacion de las acciones colectivas, otorgándonos amablemente la capacidad de poder interectuar los unos con los otros en un sentido tal que nos mantiene vivos y nos permite evolucionar, sin anular nuestra libre voluntad.
En la segunda entrega tomaremos consciencia de las "Armónicas del Tiempo", de las implicancias vitales con las que nos conectan, y de como entrar nuevamente en sincronía con las mismas por medio de diferentes practicas y herramientas.
Continua..
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